Pekín, China-.El premio Nobel de la Paz y disidente chino, Liu Xiaobo, está en estado delicado, según anunció hoy el hospital del norte de China en el que se encuentra ingresado
El último comunicado del centro médico explica que varios parámetros de la salud de Liu han empeorado en las últimas horas, y cita el aumento de lesiones en el hígado por el cáncer terminal que padece.
El informe médico también indica que se ha agravado la inflamación abdominal del paciente, quien también sufre un descenso de presión arterial e insuficiencia renal aguda, focos de hemorragia hepática y mayor extensión de la metástasis en la cavidad abdominal.
Liu Xiaobo, uno de los disidentes más destacados de China, fue excarcelado recientemente por un cáncer de hígado terminal y actualmente se encuentra ingresado en un hospital Shenyang, capital de la provincia de Liaoning (norte) bajo estricta vigilancia policial.
La familia del nobel ha expresado su interés por buscar ayuda médica en el extranjero, según confirmó uno de sus amigos más cercanos, pero de momento las autoridades se niegan a garantizar su salida argumentando que Liu no podría aguantar un viaje de larga distancia.
Tras la creciente presión internacional, el Gobierno chino permitió este fin de semana que destacados especialistas de EEUU y Alemania vieran al disidente, y éstos coincidieron con los oncólogos chinos en el pronóstico pero contradijeron la versión oficial al concluir que Liu puede viajar “con seguridad con la atención médica y la ayuda adecuadas”.
Los amigos de la familia, que intentaron visitar al disidente en el hospital sin éxito, creen que las autoridades tratan de retener a Liu Xiaobo en China para evitar que critique al régimen.
“El (gobernante) Partido Comunista no quiere permitir que Xiaobo pueda expresarse libremente: serían las últimas críticas de un premio Nobel de la Paz, un extremo totalmente inaceptable para el totalitarismo”, consideró Ye Du en declaraciones a la prensa.
“En ese momento, aceptarán que Liu salga pues ya no podrá criticar a las autoridades -añadió Ye-. De esa manera, Pekín contentará a la comunidad internacional al mismo tiempo que Liu es enterrado en el extranjero, lo que les evitará que se repita el problema que tuvieron con la tumba de Lin Zhao”, una disidente torturada y ejecutada el 29 de abril de 1968 y símbolo de las corrientes de oposición al régimen desde entonces.
El premio Nobel de la Paz se convirtió en un destacado intelectual en los años 80 y fue uno de los rostros más conocidos de las manifestaciones de Tiananmen de 1989, que terminaron con la sangrienta represión del 4 de junio de ese año.
Tras pasar varios periodos de reclusión por su activismo político, Liu Xiaobo fue condenado a 11 años de cárcel en 2009 por ayudar a escribir un manifiesto político que pedía reformas democráticas y ya había cumplido casi nueve años de esa condena cuando fue ingresado en el hospital.