Caracas (Reuters) – Al menos 7,2 millones de venezolanos votaron el domingo en un plebiscito contra el Gobierno de Nicolás Maduro, dijo la oposición, en un proceso para presionar al presidente socialista para que convoque a elecciones anticipadas.
A pesar que el Gobierno ha insistido en que la consulta no es vinculante por no contar con el aval del Consejo Nacional Electoral (CNE), la Constitución faculta al Parlamento, de mayoría opositora, a convocarla, tal como lo hizo días atrás.
El 98 por ciento de los votantes dijo "Sí" a las propuestas planteadas en la consulta organizada por los partidos de la oposición y la sociedad civil.
Además de rechazar una propuesta de Maduro de reescribir la carta magna, respaldaron la intervención de las Fuerzas Armadas para "hacer cumplir la Constitución" y la renovación de los poderes públicos.
"Venezuela lo dijo claramente: no queremos una Constituyente fraudulenta e impuesta, no queremos ser Cuba, no queremos ser un país sin libertad", dijo el presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, tras conocerse los resultados.
"Hoy Venezuela se puso de pie con toda su dignidad para decir que la libertad no tiene retroceso, que la democracia no se negocia", agregó.
La votación fue masiva con apenas dos semanas de planificación y siete veces menos mesas que unos comicios regulares, destacaron líderes opositores.
Pero el resultado está por debajo de los 7,7 millones de votos obtenidos por la oposición en las últimas elecciones, las parlamentarias de finales de 2015.
"Esperábamos más participación de la gente. Yo creo que el Gobierno en algunas zonas populares amedrenta, (por ello) mucha gente se cohibió", dijo el dirigente opositor Julio Cedeño. "Pero debemos salir a la calle y decirle a ellos que aquí no vamos a permitir una Constituyente", agregó.
En un ambiente festivo, venezolanos vestidos de blanco o enfundados en los colores amarillo, azul y rojo de su bandera votaron desde muy temprano en plazas, teatros y parques de las distintas ciudades del país, desde la costa caribeña hasta los Andes occidentales.
En el exterior, unos 693.000 venezolanos también emitieron su voto.
La consulta popular se tiñó de sangre después de que hombres armados simpatizantes del oficialismo abrieran fuego cerca de un centro de votación en la barriada caraqueña de Catia, donde cientos de opositores se congregaron para votar.
La Fiscalía confirmó la muerte de Xiomara Scott, de 61 años, y dijo que otras cuatro mujeres resultaron heridas.
"La Constituyente Va"
Venezuela atraviesa una de las peores crisis de su historia reciente. A la aguda recesión económica -con inflación de tres dígitos y escasez de bienes- se le suma una ola de protestas antigubernamentales que acumula tres meses y casi 100 muertos.
La oposición sostiene que Maduro ha llevado al país petrolero a una "dictadura" que apresa a disidentes y viola los derechos humanos y exigen que convoque elecciones antes del inicio de 2019, fecha en que termina su mandato.
Por su parte, el sucesor del fallecido Hugo Chávez asegura que sus adversarios sólo buscan derrocarlo.
Con el objeto de crear las condiciones para pacificar el país, el mandatario de 54 años convocó a una Asamblea Nacional Constituyente, cuya votación se llevará a cabo el 30 de julio.
"Una participación excepcionalmente grande (en el plebiscito) podría inducir a Maduro a retroceder en su plan de la Constituyente si es que siente que carece de suficiente apoyo interno", dijo la firma Eurasia en una nota a clientes.
Sin embargo, el exchófer de autobús ha minimizado el impacto de la consulta opositora diciendo que "la Constituyente va; llueve, truene o relampaguee".
Miembros del partido gobernante denunciaron el domingo que la oposición pretenderá inflar los números de participación en la consulta popular, ya que ninguna institución la supervisará.
Además, la destrucción de los cuadernos electorales para asegurar el secreto del voto impedirá contrastar los resultados, se quejaron desde el oficialismo.
El mismo domingo, el árbitro electoral llevó a cabo un simulacro para la elección de los 545 constituyentes. Miembros del oficialismo y funcionarios aseguraron que la participación también fue masiva, aunque no dieron números.
Maduro no participó del simulacro, a pesar de que su llegada estaba prevista a un centro de votación en la barriada de Catia, a escasas cuadras de donde se produjo el tiroteo y cientos tuvieron que correr a refugiarse en una iglesia cercana.