El Ministerio de Defensa prolongó hasta el 25 de julio la inscripción de los futuros miembros de su nuevo Ejército, que espera reactivar más de dos décadas después de que dicha fuerza fuera disuelta por el ex presidente Jean Bertrand Aristide, quien había sido derrocado en un golpe militar en 1991.
El proceso debió concluir este viernes, pero debido a que centenares de jóvenes continúan en fila para intentar inscribirse, el Ministerio de Defensa decidió extenderlo hasta el 25 de julio.
El Ministerio de Defensa explicó que la formación de los futuros soldados durará ocho meses, mientras distintos sectores critican que no se haya presentado un plan en concreto para reinstalar el Ejército.
El presidente del país, Jovenel Moise, quien asumió el cargo el pasado 7 de febrero, ha expresado su intención de restablecer las Fuerzas Armadas, sobretodo en momentos en los que la ONU prepara la retirada de los cascos azules para dejar una pequeña presencia policial en ese país.
El antiguo Ejército está acusado de algunos de los peores crímenes en la historia del país y el simple llamado a futuros militares ha provocado una lluvia de reacciones, principalmente de activistas de derechos humanos que piden al Gobierno dar respuestas a los problemas sociales y económicos, que afectan a los haitianos
El ex candidato a la Presidencia, Mario Andresol, instó las autoridades, a través de las redes sociales, evitar una Armada que solo sirva a intereses particulares y políticos.
“El Ejército es una institución de honor y tenemos que hacer las cosas bien. En 1995 cuando creamos la Policía actuamos con precipitación y hoy el cuerpo policial es lo que es”, dijo.
Agregó que “es fácil reclutar personas que necesitan trabajo, pero es importante que piensa en el futuro”.
Por su lado, el líder del movimiento campesino Tèt Kole Ti Peyizan, Rosnel Jean Baptiste, señaló que “es lamentable que el Gobierno ponga el Ejército como prioridad cuando tenemos tantos problemas”.
“Nosotros los campesinos, que fuimos víctimas de la antigua Armada, tenemos mucha preocupación y estamos pendiente de este proyecto”, señaló el líder del Tèt Kole Ti Peyizan, que conmemora el 30 aniversario de la masacre en Jean Rabel (noreste del país) a mano de un grupo paramilitar.
Por su parte, el diputado Alfredo Junior pidió al ministro de Defensa, Hervé Denis, parar la inscripción para el reclutamiento de soldados, ya que, a su juicio, esta tarea corresponde al alto mando militar que debe ser nombrado por el presidente del país.
“El país quiere las Fuerzas Armadas pero hay que hacer las cosas bien, hay que seguir la Constitución”, dijo Junior en una carta enviada a Denis.
El nuevo Gobierno de Haití quiere reemplazar a la Misión de la ONU para la Estabilización de Haití (Minustah) con militares locales, un proyecto que ha encontrado, hasta ahora, poco apoyo en la comunidad internacional.
El Consejo de Seguridad de la ONU acordó en abril pasado poner fin a la Minustah el 15 de octubre próximo, y retirará a todos los cascos azules para dejar una pequeña presencia policial en ese país, bautizada como Minujusth, que se centrará en apoyar a la policía haitiana, promover el Estado de derecho y vigilar el respeto de los derechos humanos.
La Minustah fue puesta en marcha en 2004 con el fin de apoyar a Haití después de que un movimiento armado derrocara al entonces presidente, Jean-Bertrand Aristide, y reforzada para ayudar al país a recuperarse tras el terremoto de 2010.