Moscú- Rusia prometió este miércoles responder a la adopción por la Cámara de Representantes estadounidense de nuevas sanciones contra Rusia, advirtiendo que ese proyecto amenaza con "destruir las perspectivas de normalización" tras la elección de Donald Trump.
El proyecto de ley, aprobado el martes casi por unanimidad por la cámara baja del Congreso, también preocupa en Europa, ya que permitiría sancionar a empresas europeas. Los Estados miembros del bloque analizarán este miércoles una posible respuesta en Bruselas.
El texto incluye también sanciones contra Irán, especialmente contra los Guardianes de la Revolución, acusados de respaldar el terrorismo, y Corea del Norte, por sus pruebas nucleares.
Irán reaccionó este miércoles a esta "medida hostil", que podría perjudicar la aplicación del acuerdo sobre el programa nuclear iraní de julio de 2015, según el ministro adjunto de Relaciones Exteriores Abas Aragshi, citado por la agencia de prensa iraní ISNA.
La reacción de Moscú fue más enérgica.
"Los autores y patrocinadores de este proyecto de ley dan un paso muy grave en dirección de una destrucción de las perspectivas de normalización de las relaciones con Rusia", declaró el viceministro de Relaciones Exteriores Serguéi Riabkov, citado por la agencia pública TASS.
"Estos actos serán respondidos", advirtió, al tiempo que aseguró que Moscú trabajará "en la búsqueda de los medios para avanzar (…) y hallar compromisos" en cuestiones como "la lucha contra el terrorismo [o] la proliferación de las armas de destrucción masiva".
Los legisladores estadounidenses quieren infligir represalias a Rusia en un momento en que el presidente Donald Trump busca tenderle la mano, tras una campaña de desinformación y pirateo atribuida a Moscú durante la elección presidencial estadounidense del año pasado.
La anexión de Crimea y las injerencias en Ucrania son otros de los motivos esgrimidos para estas sanciones.
El presidente ucraniano, Petro Poroshenko, celebró en Twitter la "importante decisión". "¡El precio a pagar por la agresión debe ser mayor!", dijo en la red social.
El consenso en el Capitolio es casi total. La propuesta fue aprobada por 419 votos a favor y 3 en contra. El Senado, de mayoría republicana, aprobó en junio un proyecto parecido por 98 votos contra 2.
Este texto pasará luego otra vez a la cámara alta para su aprobación definitiva, probablemente antes de mediados de agosto.
Prevé un punto inédito que molesta particularmente a la Casa Blanca: los parlamentarios podrán impedir que el presidente, quien ha dicho que se lleva "muy, muy bien" con el presidente ruso, Vladimir Putin, eventualmente suspenda las sanciones contra Moscú.
Trump podría vetar el texto, pero aún así el Congreso tendría la posibilidad de sacarlo adelante con un nuevo voto favorable de dos tercios.
En estos casos, es habitual que los jefes de Estado terminen aceptando los proyectos parlamentarios para evitar ser humillados.
"Aunque el presidente respalde sanciones severas contra Corea del Norte, Irán y Rusia, la Casa Blanca estudia este proyecto de ley y espera que llegue una versión final al escritorio del presidente", dijo la portavoz de la presidencia estadounidense, Sarah Huckabee Sanders, tras la votación.
De París a Berlín, pasando por Bruselas, la iniciativa del Congreso estadounidense causa molestia porque es unilateral, sin coordinar con la Unión Europea, como había sido hasta ahora el caso en las sanciones a Rusia.
"La unidad del G7 respecto a las sanciones es de importancia primordial", dijo el lunes el portavoz de la Comisión Europea Margaritis Schinas.
Schinas recordó además que el presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, había dicho en la reciente cumbre del G20 que la Unión Europea está lista para responder.
A varios países europeos les preocupa que esta ley permitiría a Trump sancionar a empresas que trabajan en oleoductos procedentes de Rusia, por ejemplo limitando su acceso a bancos estadounidenses o excluyéndolos de los mercados públicos en Estados Unidos.
Hasta ahora, Washington y Bruselas habían fijado como línea roja que ninguna sanción afectaría el abastecimiento energético de Europa.
En una aparente concesión, la cámara baja modificó ligeramente el lunes un artículo de manera que solo está dirigida a los oleoductos cuyo origen está localizado en Rusia, dejando fuera de sanciones a los que se originan de Kazajistán y solo atraviesan territorio ruso.