Venezuela-La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, Tibisay Lucena, informó que “prácticamente” todos los centros de votación que funcionarán para la Asamblea Constituyente del domingo ya fueron instalados pese a los hechos de “violencia política” que se registraron en 53 municipios de ese país.
“Hemos llegado al 96 por ciento de instalación exitosa de las mesas de votación”, dijo la funcionaria en un mensaje que fue transmitido en radio y televisión, en el que remarcó que el CNE “trabaja intensamente para que este domingo se lleven a cabo las elecciones”.
Los comicios se harán para elegir a 545 representantes que integrarán una Asamblea Nacional Constituyente(ANC) que redactará una nueva Carta Magna y tendrá poderes para reformar el Estado y cambiar el ordenamiento jurídico sin que ninguna institución pueda oponerse.
“La organización de este evento ha estado marcada por algunos sectores violentos que se empeñan tercamente en lesionar la democracia en Venezuela.Todos sabemos dónde están los focos de esa violencia antidemocrática”, prosiguió ayer Lucena en su declaración.
Afirmó que la “inmensa mayoría rechaza la imposición de estos sectores minoritarios y encuentra en el voto la única solución para lograr y mantener la paz en Venezuela”, sacudida desde hace cuatro meses por una oleada de protestas que se ha saldado con 108 muertos.
Lucena explicó que 53 de los 335 municipios de Venezuela “han sido afectados por acciones focalizadas de violencia política” y, pese a ello, el Poder Electoral “avanza satisfactoriamente” en las gestiones para garantizar “el derecho al voto en paz y seguridad”.
En este sentido, anunció que los casi 20 millones de electores habilitados para sufragar este domingo podrán hacerlo en cualquier centro de votación del municipio al que pertenecen y no en una mesa específica como siempre ha ocurrido en los comicios.
El proceso ha sido rechazado por la comunidad internacional y la alianza opositora venezolana Mesa de la Unidad Democrática (MUD), que se negó a participar, llamando a impedir que se concrete, tildándolo de fraudulento por no estar precedido de un referendo de aprobación como ocurrió en 1999, cuando se sancionó la actual constitución.