El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, condenó este sábado la destitución de la fiscal venezolana, Luisa Ortega Díaz, en una decisión de la Asamblea Constituyente de ese país que calificó como su “primer acto dictatorial”.
“La destitución de la fiscal Luisa Ortega es el primer acto dictatorial de una constituyente ilegítima. Reiteramos solidaridad con pueblo venezolano”, escribió Santos en su cuenta de Twitter
La Asamblea Constituyente de Venezuela, elegida hace casi una semana en unos polémicos comicios, aprobó la destitución de Ortega y su inhabilitación para el ejercicio de cualquier cargo público.
En sustitución de Ortega, que aún podría ser llevada a juicio, los oficialistas designaron al defensor del Pueblo, Tarek William Saab, como nuevo fiscal general.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) informó el pasado viernes que ha dictado medidas cautelares de protección a Ortega porque enfrenta un “riesgo inminente de daño irreparable”.
El Gobierno de Panamá manifestó también su “profundo rechazo” a la destitución de la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega.
“Panamá condena el uso de la fuerza y la intolerancia contra el poder judicial, el irrespeto a los principios democráticos y la paz social, y el actuar contra la voz del pueblo, que solo agrava la crisis”, indicó la Cancillería en un comunicado.
El presidente panameño, Juan Carlos Varela, además publicó en Twitter: “Rechazamos la destitución de la Fiscal General en Venezuela; insistir en confrontación y actuar contra la voz del Pueblo solo agrava crisis”.
Su homóloga panameña, la fiscal general, Kenia Porcell, expresó este sábado su solidaridad “como Procuradora, Persona y Mujer con Luisa Ortega”, según publicó en Twitter, donde el Ministerio Público de Panamá mostró su preocupación por lo sucedido y consideró que la destitución afecta las funciones de ese organismo “en el papel que debe jugar en el fortalecimiento de las democracias”.
Sobre Ortega se mantendrán otras acciones jurídicas como la congelación de sus cuentas, la inhabilitación para ejercer cargos públicos, y la prohibición de salida del país.
Una vez conocida la decisión, la abogada de 59 años emitió un comunicado firmado como “Fiscal General de la República” en el que dijo que no reconoce las decisiones del Supremo, por estar compuesto por magistrados “ilegítimos” que ella misma impugnó por supuestas irregularidades en sus nombramientos.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, se sumó al repudio internacional contra la destitución de la funcionaria venezolana, y afirmó que la destitución de Luisa Ortega como fiscal general de Venezuela es “un paso más en el quiebre democrático” de ese país.
“La destitución de la fiscal general de Venezuela es un paso más en el quiebre democrático y no contribuye a la paz del pueblo venezolano”, sostuvo la mandataria chilena Michelle Bachelet en su cuenta de Twitter.
Por su parte, la ministra portavoz Paula Narváez calificó como una “pésima señal” la decisión de la recién constituida Asamblea Nacional Constituyente de remover a la fiscal general de ese país Luisa Ortega.
Sostuvo que esa determinación “va en contra del objetivo fundamental” que se han propuesto los países de América Latina “de que la situación en ese país se resuelva por la vía democrática”.
“Estamos mirando con mucha atención y preocupación y esperamos que la situación en Venezuela se pueda resolver por la vía política y por la vía del diálogo. Entendemos que (la destitución de la fiscal) es una pésima señal”, recalcó.