Una persona murió como consecuencia de las heridas causadas por un automóvil luego de que su conductor lo estrellara contra un grupo de personas que se manifestaban de forma pacífica en la ciudad de Virginia.
Por el hecho otras 26 personas resultaron heridas, razón por la cual tuvieron que ser hospitalizadas, al tiempo que incrementó la tensión en un enfrentamiento cada vez más violento.
El caos surgió en lo que se cree es la mayor reunión de nacionalistas blancos en una década: el gobernador declaró el estado de emergencia, la policía con equipo antimotines ordenó a las personas que despejaran la zona y los helicópteros sobrevolaron el área.
El grupo se había reunido para protestar contra los planes de retirar una estatua del general confederado Robert E. Lee, y otras personas se presentaron para protestar contra el racismo.
Matt Korbon, un estudiante de 22 años de la Universidad de Virginia, dijo que varios cientos de contramanifestantes marchaban cuando, “de repente, solo se escuchó este rechinido de neumáticos”. Un sedán Dodge Challenger color plateado se estrelló con otro vehículo, retrocedió y arremetió contra “un mar de personas”.
El impacto arrojó a varios individuos por el aire. Los que quedaron de pie se esparcieron y corrieron gritando en busca de refugio.
El conductor fue arrestado posteriormente, indicaron las autoridades.
La agitación comenzó el viernes en la noche, cuando los nacionalistas blancos portaron antorchas por el campus universitario en lo que fue descrito como una manifestación “pro blanca”.
La violencia no tardó en aparecer el sábado en la mañana. Cientos de personas lanzaron golpes, arrojaron botellas de agua y sustancias químicas. Al menos ocho personas resultaron lesionadas y una más fue arrestada en relación a esos incidentes