WASHINGTON.- El presidente de EEUU, Donald Trump, desató este martes una nueva polémica al publicar en su cuenta de Twitter un mensaje de un conocido conspiracionista de derecha, en un momento en que se cuestiona su postura sobre los supremacistas blancos.
Trump retuiteó a sus casi 36 millones de seguidores un mensaje de Jack Posobiec, fiel seguidor del presidente e instigador de teorías conspirativas de alcance nacional como el “pizzagate”, una historia falsa sobre una trama de prostitución infantil vinculada a la campaña de Hillary Clinton que terminó con un hombre abriendo fuego en una pizzería de Washington.
En su biografía de Twitter Posobiec, que fue voluntario en la campaña de Trump, se define como “operador político republicano” de “nueva derecha”, pero se le considera un “provocador” cercano a la extrema derecha.
El presidente retuiteó un mensaje en el que Posobiec se quejaba de la falta de “indignación mediática” por los frecuentes tiroteos en Chicago, una de las líneas recurrentes que Trump ha usado desde su campaña.
En mensajes anteriores, Posobiec había criticado que la cobertura mediática de los sucesos de Charlottesville (Virginia) de este fin de semana, donde un joven neonazi mató a una joven e hirió a 20 personas al arrollar con su vehículo a un grupo de manifestantes antirracistas, es “propaganda masiva” para la izquierda.
Trump también compartió su propia frustración con los medios en la red social: “Hice declaraciones adicionales sobre Charlottesville y me doy cuenta una vez más de que los medios de #noticias falsas nunca estarán satisfechos…¡verdadera mala gente!”, escribió.
El presidente reaccionó así después de que su declaración televisada del lunes desde la Casa Blanca, en la que finalmente condenó a los “grupos de odio” como el Ku Klux Klan (KKK) o los supremacistas blancos, no convenciera a los analistas mediáticos.
“El racismo es el mal. Y aquellos que causan violencia en su nombre son criminales y matones, incluyendo el KKK, los neonazis, los supremacistas blancos y otros grupos de odio que son repugnantes para todo lo que valoramos como estadounidenses”, afirmó finalmente Trump 48 horas después de los sucesos de Charlottesville.
Sus palabras vinieron después de que recibiera una lluvia de críticas, incluso desde su partido, por su mensaje del sábado, en el que responsabilizó a “muchas partes” del “odio y fanatismo” vistos en esa ciudad de Virginia.
En esa alocución no señaló a los supremacistas blancos que convocaron la marcha “Unir a la derecha” -la que desató los incidentes posteriores- en protesta por la retirada de una estatua del general confederado Robert E. Lee, considerado un símbolo de la defensa de la esclavitud y el racismo.