Corea del Sur (Reuters) – Corea del Norte cruzaría una línea roja" si pone una ojiva nuclear en un misil balístico intercontinental (ICBM, por su sigla en inglés), dijo el jueves el presidente de Corea del Sur, pero Estados Unidos prometió solicitar la aprobación de Seúl antes de tomar cualquier acción militar.
Los rápidos avances de Corea del Norte en el desarrollo de armas nucleares y misiles capaces de alcanzar el territorio continental estadounidense han provocado una escalada reciente en las hostilidades.
La semana pasada, el presidente Donald Trump advirtió a Corea del Norte que se enfrentaría al "fuego y la furia" si amenaza a Estados Unidos, lo que llevó a Pyongyang a afirmar que consideraba planes de probar sus misiles lanzándolos en dirección a la isla de Guam, situada en el Pacífico.
"Consideraría que Corea del Norte está cruzando una línea roja si vuelve a lanzar un misil balístico intercontinental y lo convierte en un arma poniendo una ojiva nuclear en él", dijo el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, en una conferencia de prensa donde marcó sus primeros 100 días en el cargo.
Moon ha instado repetidamente a Corea del Norte a no "cruzar la línea roja", pero no había explicado previamente cuál sería ésta. Trump prometió buscar negociaciones y la aprobación de Seúl antes de decidir cualquier opción respecto a Pyongyang, dijo Moon.
Washington ha advertido que está listo para usar la fuerza si es necesario para detener los programas nucleares y de misiles balísticos de Corea del Norte, pero también ha dicho que prefiere una acción diplomática global.
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, dijo a la prensa en Chile que "todas las opciones" permanecen sobre la mesa respecto a Corea del Norte, y pidió a las naciones latinoamericanas romper sus lazos con Pyongyang.
Sin embargo, el estratega jefe de la Casa Blanca, Steve Bannon, dijo que no hay una "solución militar" a las amenazas nucleares de Corea del Norte debido a que la artillería concentrada de Pyongyang tendría como blanco a la capital surcoreana.
"Hasta que alguien resuelva la parte de la ecuación que me muestre que 10 millones de personas en Seúl no mueren en los primeros 30 minutos por (el uso de) armas convencionales, no sé de qué están hablando, no hay una solución militar aquí", declaró Bannon a The American Prospect.