El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó el atentado que causó al menos 13 muertos este jueves en Barcelona, en un comunicado difundido por su agencia de propaganda Amaq, según el centro de monitoreo de páginas web yihadistas, SITE.
“Los asaltantes del ataque de Barcelona eran soldados del Estado Islámico”, señala el comunicado, añadiendo que “la operación fue realizada en respuesta a los llamados contra los Estados de la coalición” internacional antiyihadista que opera en Siria e Irak.
Las fuentes precisaron que hallaron el cadáver del sospechoso a tres kilómetros de donde los agentes le habían intentado detener a tiros.
Según dijeron fuentes cercanas a la investigación, el sospechoso se saltó hacia las 17:45 horas GMT el dispositivo de control de salida establecido en la avenida Diagonal de Barcelona tras el atentado.
Los agentes del dispositivo antiterrorista dispararon contra el conductor del vehículo, que prosiguió su marcha aunque fue localizado poco después, sin vida, a unos tres kilómetros de donde estaba establecido el control.
La policía regional de Cataluña activó a los artificieros para inspeccionar el vehículo del sospechoso, que está bajo control policial, según las fuentes.
El grupo yihadista Estado Islámico (EI) asumió la autoría del atentado de Barcelona, según informó su agencia.
Al menos 13 personas murieron y más de 50 resultaron heridas en el atentado ocurrido en Barcelona cuando una furgoneta atropelló a decenas de viandantes en una céntrica zona turística de esa ciudad del noreste de España, informaron las autoridades regionales de Cataluña.
Las fuerzas de seguridad detuvieron a una persona en relación con el atentado. Sería Diss Oukabir, un joven de origen magrebí con residencia legal en España que podría haber alquilado la furgoneta blanca con que fueron arrolladas las víctimas en Las Ramblas, una de las zonas más concurridas y turísticas de la ciudad, según fuentes policiales.
Poco después, un sospechoso que se había saltado un control policial tras el atentado fue encontrado muerto en su coche, a tres kilómetros de donde la policía intentó detenerlo a tiro.