Decenas de personas marcharon este sábado por Laguna Beach, en el sur de California, para expresar su "solidaridad" y "unidad" con la gente de Charlottesville, tras los sucesos violentos registrados en esa ciudad de Virginia el pasado fin de semana.
La marcha, una de las varias celebradas en Estados Unidos, elevó una voz colectiva de repudio hacia los "movimientos racistas y supremacistas blancos", y a los hechos en Charlottesville, en donde una persona murió y otros resultaron heridos tras ser arrollados por un vehículo que impactó a los manifestantes contrarios a la extrema derecha.
A la marcha de Laguna Beach, organizada por el movimiento Indivisible y en respuesta a la convocatoria del movimiento Black Livez Matter, asistió la alcaldesa de la ciudad, Toni Iseman, quien destacó la histórica tradición de diversidad del sur de California.
"Laguna Beach no (solo) tolera la diversidad, abrazamos la diversidad", manifestó Iseman.
La marcha constituyó una respuesta adelantada a la "invasión de racistas y supremacistas blancos", según los manifestantes, que se concentrarán la tarde del domingo en esta misma localidad costera, en el marco de la marcha "América First!", organizados por el activista de extrema derecha Johnny Benitez.
El Departamento de Policía local ha dado a conocer que de cara a la manifestación del domingo se ha dispuesto un centenar de agentes, algunos de dependencias de localidades vecinas, y se establecerá una vigilancia extrema.
Los agentes estarán atentos a la presencia de "personas que quieren venir con el único propósito de tratar de iniciar peleas o querer dañar la propiedad", declaró el oficial Jim Cota al canal local CBS2.
En Venice Beach, cientos de personas también se manifestaron con pancartas y mensajes en rechazo al "fascismo", "racismo" y el grupo Ku Klux Klan (KKK), en una marcha que se inició en el paseo marítimo de ese barrio de Los Ángeles.
Tanto las protestas de Venice Beach como la de Laguna Beach fueron algunas de las marchas celebradas este sábado en rechazo a los movimientos supremacistas blancos, entre ellas una masiva celebrada en el centro de Boston (Massachusetts).
En esa ciudad del noreste de EE.UU., decenas de miles de contra-manifestantes marcharon por las calles de la ciudad en respuesta a una concentración de activistas de extrema derecha, sin que se registren incidentes.