Barcelona (Reuters) – La policía mantenía el domingo activa una gran operación antiterrorista en Cataluña en busca de un sospechoso que podría ser el autor del atropello masivo en Barcelona que causó 14 muertes y un centenar de heridos, mientras aumentan los indicios de que los miembros de la célula de la que formaba parte tenían conexiones en otros países de Europa.
La policía advirtió de que realizaba dispositivos de seguridad "especialmente en la frontera con Francia" mientras buscaba al ciudadano marroquí de 22 años Younes Abouyaaqoub, el único todavía huido de entre los 12 sospechosos que supuestamente realizaron dos ataques reivindicados por el Estado Islámico en la Ciudad Condal y Cambrils causando 14 muertos.
Aunque la policía no confirmó el domingo la identidad del conductor de la furgoneta que el jueves arrolló a la multitud en la arteria turística barcelonesa de Las Ramblas, cree que sólo había un ocupante en el vehículo, mientras algunos especulan con que el sospechoso pueda ser el conductor, que huyó a pie.
Una fuente policial en Francia dijo a Reuters el viernes que la policía estaba buscando al conductor de una furgoneta Renault Kangoo que podría tener relación con los ataques. Los medios franceses dijeron el sábado que el vehículo se había encontrado cerca de Barcelona.
En una comparecencia ante los medios, el jefe de la policía autonómica catalana dejó abierta la posibilidad de que el sospechoso hubiera cruzado la frontera con Francia, aunque insistió en que no disponía de información sobre ello.
Parientes de Abouaaqoub dijeron el domingo que él comenzó a mostrar un comportamiento religioso más conservador en el último año y que rechazó dar la mano a mujeres durante una visita a su lugar natal en Marruecos en marzo.
Los familiares mostraron sorpresa y enfado al descubrir la supuesta implicación en los ataques de Abouyaaqoub, su hermano y dos primos, todos originarios de la pequeña ciudad marroquí de Mrirt.
La madre de Abouyaaqoub pidió a su hijo que se entregara a la policía en declaraciones a periodistas en Barcelona.
El domingo aparecieron señales de que los supuestos miembros de la célula viajaron a otros países de Europa.
Hans Bonte, alcalde de la ciudad belga de Vilvoorde, cerca de Bruselas, dijo a la televisión VRT que Abdelbaki Es Satty – un imán que tiene vinculación con el grupo – estaba el año pasado en busca de empleo en Bélgica, donde se han producido una serie de ataques islamistas y Vilvoorde ha sido el centro del radicalismo islámico.
"Sabemos que pasó tiempo aquí desde enero y marzo de 2016, en Diegem, Vilvoorde y Bruselas. Nuestra policía local lo vigiló intensamente", dijo Bonte.
El coche Audi usado en los ataques de Cambrils fue cazado a gran velocidad en una cámara una semana antes en París, según el diario Le Parisien. Los medios españoles dicen que el Audi pertenecía a Mohammed Aalla, detenido tras el ataque en Barcelona.
El diario suizo Tages-Anzeiger dijo que la policía confirmó que al menos uno de los sospechosos estuvo en Zurich en diciembre de 2016, aunque dijo que no era posible decir si había conexiones de los sospechosos con Suiza.
La policía dijo el domingo que también halló restos de una segunda persona tras la explosión de una casa en Alcanar (Tarragona) previa a los ataques que los investigadores consideran clave porque creen que frustró el plan inicial de un golpe mayor al estallar cuando manipulaban explosivos.
Además de los cuatro detenidos, otros cinco sospechosos murieron abatidos el viernes en Cambrils, 120 kilómetros al sur de Barcelona, donde los presuntos atacantes, armados con cuchillos y con cinturones de explosivos falsos, mataron a una mujer española e hirieron a seis pocas horas después del atropello de Barcelona.
El Gobierno español dio la víspera por "totalmente desarticulada" la célula, descartando el riesgo de atentado inminente pero manteniendo un nivel 4 (alto) de alerta antiterrorista -con refuerzos adicionales para grandes eventos y zonas de gran afluencia- en un país que se encamina a batir el récord de 75 millones de visitas de extranjeros en el año.
El último sospechoso en fuga es habitante de Ripoll, una localidad al pie de los Pirineos de la que también son vecinos tres de los sospechosos abatidos y donde se han realizado tres de las cuatro detenciones por los atentados, así como múltiples registros.
Los sospechosos vivían desapercibidos en Ripoll, donde sus vecinos dijeron que no mostraban señales de radicalización.
Un nexo común entre ellos era el imán local, Es Satty, cuyo casero dijo que abandonó Ripoll dos días antes del ataque y al que los medios españoles han descrito como el posible líder del grupo, aunque la policía todavía no se ha pronunciado sobre el papel que tuvo en los hechos.
Nuevas Identificaciones
Las autoridades españolas identificaron hasta la tarde del domingo a 11 de las 13 víctimas mortales de Barcelona, cuatro de ellas españolas – una de ellas con doble nacionalidad argentina -, dos portuguesas, dos italianas, una belga, una estadounidense y una de un menor de Australia también con nacionalidad británica. Las autoridades de Canadá informaron de una víctima mortal.
El balance provisional de 14 fallecidos en los dos ataques podría aumentar encontrarse aún 59 personas hospitalizadas en Barcelona, 15 de ellas en estado crítico y 25 graves. Existen afectados de 34 nacionalidades.
Cataluña, una región que vistan casi un tercio de los más de 36 millones de turistas que llegaron a España entre enero y junio, trataba de recuperar la normalidad, aunque la conmoción aún era palpable en Las Ramblas, donde diversos altares improvisados repletos de flores y mensajes de apoyo a las víctimas marcaban el sangriento recorrido de la furgoneta.
Las principales autoridades españolas y catalanas -incluidos los reyes, el presidente del Gobierno y el de la Generalitat de Cataluña- acudieron el domingo a un funeral de Estado por las víctimas celebrado en la icónica basílica barcelonesa de la Sagrada Familia.
Miles de personas gritaron "No tenemos miedo" en una concentración de homenaje el viernes en Barcelona, que ha recibido la solidaridad de la comunidad internacional.
En un comunicado, el Estado Islámico reivindicó los ataques diciendo que tenían como objetivo a los países de la coalición liderada por Estados Unidos en su contra.
España, que sufrió en 2004 el peor atentado yihadista registrado hasta ahora en suelo europeo con 192 muertos, cuenta con varios cientos de soldados en Irak que imparten formación a las fuerzas locales en la lucha contra el Estado Islámico, pero no participa en operaciones terrestres.
Desde aquel terrible suceso se han detenido en el país 723 presuntos integrantes de grupos yihadistas, muchos de ellos en Cataluña.
En los últimos 13 meses se han producido diversos ataques con vehículos con el objetivo de provocar masacres en ciudades europeas con un modus operandi – crudo, mortal y muy difícil de prevenir- que ha causado más de 100 víctimas mortales en Niza, Berlín, Londres y Estocolmo.