EE.UU. (AFP)- Varias ciudades de Texas, en el sur de Estados Unidos, comenzaron a ser evacuadas ante la llegada del huracán Harvey, que continuaba fortaleciéndose este viernes y podría tocar tierra temprano el sábado convertido en una tormenta "mayor".
Actualmente acompañado de vientos de hasta 160 km/h, Harvey podría convertirse en las próximas horas en el huracán más potente en tocar territorio estadounidense en doce años, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami.
En la noche del jueves, el NHC aumentó un nivel la clasificación de Harvey, ahora considerado de categoría dos en una escala de cinco.
El NHC espera un fortalecimiento rápido del fenómeno, previendo que se convierta en un "huracán mayor" de al menos categoría tres, con vientos de hasta 209 kilómetros por hora, y "potencialmente mortal" cuando toque tierra en Texas el sábado hacia las 01H00 locales (06H00 GMT).
"A todos aquellos que todavía no han abandonado (la ciudad), por favor apúrense en hacerlo", dijo Ted Wheeler, alcalde de Portland, una ciudad de la costa de Texas de 17.000 habitantes.
El alcalde insistía en que desde la mañana de este viernes todo desplazamiento será más difícil y peligroso por los violentos vientos.
También se realizaban evacuaciones y preparativos en Port Aransas, mientras el alcalde de Corpus Christi, con cerca de 300.000 habitantes, exhortó a sus residentes a abandonar la urbe.
El riesgo de inundaciones inesperadas también es importante en algunas regiones, donde se esperan hasta 76 centímetros de lluvias y las aguas del mar podrían elevarse entre 1,8 metros y 3 metros, según la zona.
El presidente Donald Trump envió un tuit con las páginas web de las autoridades especializadas que hacen recomendaciones prácticas sobre preparativos y precauciones que se deben tomar en caso de una evacuación de emergencia.
"Cuando el #HuracánHarvey se intensifica – recuerda #planearpordelantado", escribió el mandatario.
El personal y los aviones de entrenamiento en dos bases de la Marina en Corpus Christi y Kingsville, ambas en Texas, fueron evacuados, ya que ambas localizaciones podrían estar en la ruta prevista de Harvey.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, lanzó de forma preventiva alertas de desastres en una treintena de condados, explicando que la iniciativa permitiría que el estado sureño "despliegue rápidamente recursos" para los servicios de emergencia.
Las autoridades de Houston, la mayor ciudad que encontrará Harvey a su paso, con 2,3 millones de habitantes y a unos 30 kilómetros de la costa, por ahora no prevé ordenar evacuaciones, aunque se esperan lluvias abundantes que podrían durar cinco días.
En el estado vecino de Luisiana, también se prevé que Harvey produzca inundaciones en Nueva Orleans, donde el devastador huracán Katrina causó en 2005 la muerte de más de 1.800 personas.
"Podríamos ver algunas inundaciones focalizadas", dijo el alcalde de Nueva Orleans, Mitch Landrieu, en una rueda de prensa el jueves, informando además de que varios equipos de rescate se preparaban para la eventualidad, aunque no se habían previsto aún evacuaciones.
Mientras, el gobernador de Luisiana, John Edwards, anunció que se colocaron cientos de barcos y medio millón de sacos de arena a lo largo de la costa de ese estado.
Las preocupaciones en torno a Harvey también llegaron al mercado petrolero. En Nueva York, el crudo cerró a la baja, dado que los inversores están preocupados por las consecuencias que podría generar la llegada del huracán en las refinerías de la región de Texas.
La trayectoria de Harvey "podría afectar directamente el corazón del corredor de refinerías estadounidenses, que representa cerca de un tercio de la capacidad del país y trata cerca de 7 millones de barriles diarios", dijo Phil Flyn, de Price Futures Group.
"Las refinerías podrían ser dañadas por los vientos, pero también podrían sufrir por las inundaciones e incluso cortes de energía eléctrica", dijo James Williams, de WTRG Economics.
Una plataforma de perforación fue evacuada el jueves en el golfo de México, al igual que otras 39 plataformas de producción de petróleo y de gas, que representan un 9,5% y 14,7% de la producción, respectivamente.
Aunque su personal sea evacuado de las plataformas, estas pueden continuar extrayendo petróleo o gas al ser controladas a distancia.