Bogotá (EFE)- El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, recibió hoy con pompa al papa Francisco en la Casa de Nariño, sede del Gobierno, donde mantendrán su primer encuentro oficial.
El presidente, de traje oscuro y corbata azul celeste, y su esposa, de traje blanco, esperaron en la puerta de la Plaza de Armas de la Casa de Nariño al pontífice, que llegó en un automóvil oscuro precedido por la caballería del Ejército ataviada con uniforme de gala.
El papa caminó unos metros sobre la alfombra roja y saludó con un apretón de manos a la pareja presidencial, que lo invitó a seguir para la ceremonia oficial de bienvenida.
Después escucharon la ejecución de los himnos del Vaticano y de Colombia, interpretados por la Orquesta Sinfónica Nacional, lo que dio un marcado carácter civil al acto, a diferencia de otros saludos a jefes de Estado en los que los himnos están a cargo de la banda de música del Batallón Guardia Presidencial.
Tampoco hubo esta vez revista a las tropas, lo que es habitual con otros mandatarios en la Casa de Nariño.
El Coro de la Ópera de Colombia y el cantante Fonseca acompañaron el recorrido del papa con la canción “Puede ser”, y el recorrido del obispo de Roma fue interrumpido momentáneamente por uno de los invitados que se arrodilló ante él para pedirle la bendición y por una niña que también se le acercó.
Acto seguido, otra menor se aproximó al papa junto con un joven que sufre alguna discapacidad, quien se abrazó a Francisco y le obsequió una cruz, en tanto que otro le entregó una pequeña bandera de Venezuela.
El papa se apartó varias veces de la alfombra roja para saludar también a niños y ancianos en silla de ruedas mientras los asistentes agitaban pañuelos blancos.
Al finalizar la ceremonia y antes de los discursos de bienvenida, el papa encendió una llama de la paz y se perdió entre una multitud de niños vestidos de blanco como él mientras al fondo sonaba la canción “Un paso hacia la paz”.