México (AFP)-Un potente sismo de magnitud 8,2 en la costa del Pacífico mexicano, el mayor en 100 años, dejó al menos cinco muertos en los estados de Tabasco y Chiapas (sureste) en la medianoche del jueves y fue sentido en gran parte del territorio, incluida la capital.
En la costa del Pacífico central y en el sur de México, se mantiene además una alerta de tsunami ante la eventualidad de que se registren olas de hasta cuatro metros, por lo que se ha procedido a evacuar a las poblaciones costeras.
El terremoto ocurrió a las 23H49 locales (04H49 GMT de este viernes) cerca de la localidad de Tonalá (Chiapas), a unos 100 kilómetros de la costa, a una profundidad de 19 kilómetros.
"Tenemos lamentablemente el reporte de tres personas que fallecieron por una barda caída en Chiapas", explicó a la cadena Televisa el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, quien se desplazó a la sede del Centro Nacional de Prevención de Desastres para monitorear la situación.
Las autoridades establecieron la magnitud del temblor en 8,2, tras anunciarlo inicialmente en 8 y posteriormente en 8,4.
El gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, confirmó que dos de las tres víctimas son mujeres de la localidad de San Cristóbal de las Casas, que murieron "por un derrumbe de vivienda".
Arturo Nuño, gobernador de Tabasco, informó por su lado dos menores muertos: uno por la caída de una barda y otro, un recién nacido, al quedar sin corriente eléctrica el respirador al que estaba conectado.
El tsunami "no representa en este momento un riesgo mayor, no se ve de una dimensión mayor", aclaró Peña Nieto.
Las clases fueron suspendidas en una decena de estados, incluida la capital, para proceder a una revisión estructural de las escuelas.
En la localidad de Juchitán, en Oaxaca, vecino de Chiapas, se registró la caída de un hotel y se dañaron algunas casas, pero el gobierno estatal no reporta víctimas.
Miles de capitalinos, muchos de ellos con ropa de dormir, pues el sismo se sintió diez minutos antes de la medianoche, salieron de sus casas al escuchar la alerta sísmica, que avisa a la población un minuto antes de que se registre un movimiento telúrico.
"Iba manejando cuando empezó a temblar, ¡se meneaba el coche!", contó a la AFP Cristian Rodríguez, un conductor de Uber de 28 años que circulaba por el norte de la ciudad.
"Se escuchó una detonación. Parece que fue un transformador, pero no sabemos. Y los semáforos se agitaban en un vaivén impresionante", explicó Mayaro Ortega, una psicóloga de 31 años quien evacuó junto con sus vecinos un edificio del norte de la ciudad.
Sin embargo, en la capital y su zona metropolitana, con más de 20 millones de habitantes, no se registraron mayores afectaciones, el transporte público siguió operando y el aeropuerto suspendió momentáneamente algunas operaciones.
"Tenemos reportes de algunos cristales fracturados, rotos que cayeron hacia vialidades, bardas colapsadas. Hasta el momento, no tenemos incidentes relacionados con personas", señaló a Televisa Fausto Lugo, director Protección Civil de la capital.
Algunos xpertos y las autoridades explicaron que este sismo no se resintió en Ciudad de México como otros de menor magnitud porque el epicentro está a unos 800 kilómetros de la megaurbe, afectada sobre todo por terremotos que se generan en la costa de Guerrero, a unos 400 kilómetros.
Las autoridades alertaron de la posibilidad de que se registre una réplica superior a 7 en las próximas horas. Hasta ahora, suman más de un centenar de sismos de menor grado.
El temblor también se notó en la mayor parte de Guatemala, donde no se registraron víctimas o daños.
La prensa local guatemalteca informó sin embargo de cortes de electricidad en algunos poblados del oeste, fronterizo con México, además de que muchas personas salieron de sus viviendas por miedo.
México se ubica entre cinco placas tectónicas, cuyos movimientos convierten el país en uno de los que registra mayor actividad sísmica en el mundo.
En la memoria de muchos mexicanos sigue el sismo de septiembre de 1985, que dejó más de 10.000 muertos, si bien organizaciones civiles estiman que fueron más de 20.000 las víctimas.
Desde entonces, se han endurecido las reglamentaciones en materia de construcción y planes de protección civil.