Haití (EFE)- Miles de personas permanecen en alojamientos temporales en Haití, principalmente en el norte del país, la zona más afectada por el paso del huracán Irma en paralelo a la costa atlántica, y que dejó un desaparecido y dos heridos, además de daños materiales.
Hasta ahora el Gobierno haitiano no ha publicado informe alguno sobre las pérdidas, menores de lo que cabía esperar dado que la trayectoria del huracán estuvo más alejada de la costa de lo previsto.
Diferentes organizaciones humanitarias como Oxfam o el Programa Mundial de Alimentos (PMA) trabajan sobre el terreno atendiendo a los afectados que, en algunos casos, lo han perdido todo.
El primer ministro del país, Jack Guy Lafontant, visitó ayer albergues en el noroeste donde se alojan los desplazados y supervisó los trabajadores que desarrolla protección civil para atender las necesidades de los afectados
"El Gobierno está a su lado", señaló Lafontant a los damnificados, y lamentó que "muchos de ustedes hayan perdido sus bienes y sus casas, pero estamos aquí para ayudar".
"Con lo poco que tenemos vamos a responder adecuadamente" a los efectos del huracán que, aunque "pasó lejos del país, causó daños significativos. Haití es un país frágil y tenemos que continuar vigilando y respetando las consignas de las autoridades."
La protección civil continua sensibilizando a la gente para que permanezca alerta ante posibles lluvias que, en los próximos días, podrían empeorar la situación, especialmente en las zonas ya inundadas.
Irma se aproximó al norte de Haití, el país más pobre de América, menos de un año después de que Matthew devastara una parte de la nación en octubre de 2016, causando al menos 573 muertos, miles de afectados y cuantiosos daños.
Como el año pasado, se cree que las pérdidas de cosechas van a ser graves en muchas comunidades, especialmente en el noroeste y norte del país, donde sigue habiendo áreas inundadas y problemas de canalización y saturación de agua que perjudican a los campesinos.
Además de las precarias infraestructuras, la situación sanitaria en Haití es muy vulnerable y, una vez pasado el ciclón, existe la preocupación por un brote de cólera, enfermedad que mató a casi 10.000 haitianos producto de un vertido de residuos fecales a un río por parte de fuerzas nepalíes de la ONU en el país tras el terremoto de 2010.
Irma se ha cobrado ya tres vidas en Florida, después de haber dejado al menos veinticinco muertos y cuantiosos daños materiales en el Caribe.