San Juan- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo hoy que nunca ha habido "un trozo de tierra tan devastado" como Puerto Rico, ya que el huracán María arrasó hace doce días el sistema eléctrico de la isla, dejó 16 muertos y ocasionó graves problemas de acceso a alimentos y agua.
Trump recordó que este martes "muy temprano" volará hacia Puerto Rico junto a su esposa, Melania, para evaluar los daños causados por el huracán y reunirse "con el pueblo de Puerto Rico".
"Nunca ha habido un trozo de tierra que conozcamos que haya quedado tan devastado" como Puerto Rico, aseguró el mandatario al reunirse en el Despacho Oval con el primer ministro tailandés, Prayut Chan-ocha.
El mandatario destacó que, pese a las dificultades, se han distribuido ya cantidades "tremendas" de alimentos y agua, y dijo que "es increíble lo que se ha hecho en un periodo muy corto de tiempo".
Trump precisó que "probablemente" se reunirá en Puerto Rico con el gobernador de las Islas Vírgenes, Kenneth Mapp, dada la dificultad de viajar a ese territorio estadounidense que también resultó muy afectado por el paso del huracán María.
El presidente estadounidense generó polémica este sábado al criticar en Twitter la "pobre capacidad de liderazgo" de la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, y otras autoridades puertorriqueñas, en su gestión de la respuesta al paso del huracán.
Esa crítica llegó después de que la alcaldesa puertorriqueña criticase las palabras de la secretaria interina de Seguridad Nacional, Elaine Duke, quien destacó el jueves la buena reacción de las autoridades federales y calificó lo sucedido como "una historia de buenas noticias".
"No es una buena historia cuando la gente está muriendo, pasando hambre, sed, cuando la gente no puede volver a trabajar. No sé quién en su sano juicio puede decir que es una buena historia para contar", subrayó Yulín Cruz.
Impresionados por esos ciclones, varios congresistas en EE.UU. han acusado a Trump en los últimos días de no dar la suficiente importancia a la situación y haber actuado con lentitud en Puerto Rico, donde la infraestructura eléctrica ha quedado destrozada y hay graves problemas de acceso a comida, combustible y agua.
El mandatario autorizó el pasado jueves que los barcos extranjeros lleven suministros a Puerto Rico para favorecer el abastecimiento, y su Gobierno ha defendido que la respuesta federal, con 7.200 efectivos militares desplegados en la isla, ha sido adecuada. EFE