El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se apresuró este viernes a distanciarse de la decisión de asignar un contrato por 300 millones de dólares para ayudar a restaurar la red eléctrica de Puerto Rico a una pequeña compañía de un poblado de Montana, donde nació el secretario del Interior Ryan Zinke.
La Casa Blanca indicó que las autoridades federales no tuvieron nada que ver con que la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico seleccionara a Whitefish Energy Holdings.
El gobierno rechazó el contrato en medio de un creciente número de investigaciones y un coro bipartidista de críticas que provienen del Capitolio.
Sarah Huckabee Sanders, portavoz de Trump, dijo que Zinke le aseguró personalmente al presidente que él no tenía nada que ver con lo que ella describió como una “decisión estatal y local efectuada por las autoridades puertorriqueñas y no el gobierno federal”.
El secretario del Interior también emitió un desmentido vehemente en Twitter en el que dijo que “solo en el elitista Washington, D.C., el ser oriundo de un pueblo pequeño sería considerado un crimen”.
La sede de Whitefish Energy Holdings está en Whitefish, Montana, que tiene una población de unas 7.200 personas. Zinke, ex congresista de Montana, conoce a Andy Techmanski, director general de Whitefish. El hijo de Zinke también tuvo un empleo de verano en un sitio en construcción de Whitefish.
“Yo no tuve absolutamente nada que ver con que Whitefish Energy recibiera un contrato en Puerto Rico”, dijo Zinke en un comunicado vinculado a un tuit. “Cualquier intento por parte de los medios de comunicación deshonestos o de operadores políticos de vincularme a la asignación de cualquier contrato relacionado con Whitefish, o para influir en él, está completamente infundado”.
Zinke reconoció que, después de que fue asignado el contrato inicial de la compañía, la empresa lo contactó, aunque no proporcionó el nombre del individuo con el que trató. Zinke dijo que él no hizo nada y que todos los documentos relevantes serían entregados a “las autoridades apropiadas”.
“Le doy la bienvenida a todas y cada una de las investigaciones sobre estas acusaciones”, afirmó.
El inspector general del Departamento de Seguridad Nacional confirmó que auditores federales revisarán el contrato de Whitefish.
“Como parte de sus procedimientos estándar, realizarán verificaciones con el fin de ver si existe alguna relación inadecuada”, dijo Arlen Morales, portavoz de la oficina del inspector general.
La Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), que forma parte de Seguridad Nacional, dijo que no ha aprobado ninguna solicitud de pago de parte de la compañía eléctrica por las reparaciones que se realizan a la red eléctrica de la isla tras el paso del huracán María.
En un comunicado, la FEMA dijo que cualquier referencia en el controvertido contrato en la que se diga que la agencia aprobó el acuerdo con Whitefish es inexacta. El contrato decía que la empresa eléctrica no pagaría costos no permitidos bajo concesiones de la FEMA, pero también indicaba: “El gobierno federal no es una de las partes de este contrato”.
La agencia dijo que su revisión inicial generó preocupaciones significativas acerca de cómo Whitefish obtuvo el acuerdo y si los precios del contrato eran razonables. La empresa fundada hace dos años sólo tenía dos empleados de tiempo completo cuando la tormenta golpeó Puerto Rico el 20 de septiembre. Desde entonces ha contratado a más de 300 trabajadores.
Ricardo Ramos, director de la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico, ha elogiado el trabajo que Whitefish ha realizado hasta ahora, e indicó que no hay nada ilegal en las labores que se llevan a cabo.