Corea- Seúl y Tokio dieron hoy la bienvenida a la decisión de Washington de volver a incluir al régimen de Pyongyang en la lista de "Estados patrocinadores del terrorismo", acción que contribuye a elevar la presión para que abandone la vía nuclear.
Corea del Sur, que en febrero pidió añadir a Corea del Norte al listado tras el asesinato del medio hermano del líder norcoreano en Kuala Lumpur, consideró que la acción estadounidense puede ayudar a "la resolución pacífica de la cuestión nuclear norcoreana".
Para Seúl el gesto se enmarca en los esfuerzos de la comunidad internacional para forzar a que Corea del Norte acepte dialogar de nuevo sobre su desnuclearización a través de la presión diplomática "y de sanciones contundentes", según se explicó en un breve comunicado de la Cancillería surcoreana.
Por su parte, el primer ministro nipón, Shinzo Abe, gran aliado de Trump en la ofensiva contra Pyongyang, dijo que respalda la decisión de EEUU "porque eleva la presión sobre Corea del Norte" para que ponga fin al desarrollo de su programa nuclear y de misiles.
Su titular de Defensa, Itsunori Onodera, alertó sin embargo que es previsible que Corea del Norte "se oponga con firmeza" a la decisión de Washington y "recurra a nuevas acciones provocativas" en respuesta, por lo que destacó la necesidad de "estar más vigilantes" ante los movimientos de Pyongyang.
La designación de Corea del Norte como patrocinador del terrorismo está acompañada de nuevas sanciones que el Departamento del Tesoro estadounidense prevé emitir este mismo martes.
Sin embargo, la mayoría de expertos considera que la inclusión de Corea del Norte en la lista tendrá un efecto más bien simbólico dada la enorme cantidad de sanciones que ya soporta el país por sus continuas pruebas de armas.
El presidente estadounidense insistió el lunes tras adoptar la decisión en que la reincorporación del aislado país asiático a este registro "debería haber ocurrido hace años".
El Departamento de Estado de EEUU originalmente incluyó a Pyongyang en este listado en 1988 a raíz de que, en vísperas de los Juegos Olímpicos de Seúl, dos operativos norcoreanos plantaran en una bomba en el vuelo 858 de la aerolínea surcoreana Korean Air que segó la vida de sus 115 ocupantes.
Tres décadas después, en 2008, el régimen de los Kim fue retirado de la lista de "patrocinadores del terrorismo" en un gesto de la Administración de George W. Bush destinado a lograr que no abandonara las negociaciones a seis bandas para su desnuclearización que acababan de quedar estancadas el año anterior.
Otros diez años han transcurrido sin que estas conversaciones (en las que participaban las dos Coreas, EEUU, China, Rusia y Japón) se hayan vuelto a celebrar y con el régimen a día de hoy mostrándose mucho más decidido a desarrollar plenamente su programa nuclear pese a las repetidas resoluciones sancionadoras de la ONU.
Hoy mismo, y apenas horas después de que Washington anunciara su decisión de volver a incluir a Pyongyang en esta nómina que incluye también a Siria, Irán y Sudán, medios estatales norcoreanos difundieron unas palabras de Kim Jong-un descartando que su régimen vaya a doblegarse ante la presión de la comunidad internacional.
"Los esfuerzos desesperados de las fuerzas hostiles para bloquear el avance (de Corea del Norte) hacen más fuerte al indomable espíritu de los trabajadores coreanos", aseguró Kim, según recogió la agencia KCNA durante su vista a una fábrica de vehículos, buena parte de los cuales van destinados a uso militar.
A pesar de su apoyo a la medida adoptada por EEUU, el Gobierno de Seúl afirmó hoy que se mantiene favorable a la participación de Corea del Norte en los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebrarán en febrero en Corea del Sur.
"La decisión de Washington de incluirles en la lista y nuestra postura al respecto no tienen nada que ver con los Juegos Olímpicos de PyeongChang", dijo a Efe un portavoz del Ministerio surcoreano de Asuntos Exteriores.EFE