Nueva Delhi.-La Organización Mundial de la Salud (OMS) dijo que en América el número de casos de malaria registró un aumento de 22 % con relación con el año anterior, un dato en el que influye la mayor incidencia en Colombia, Nicaragua y Venezuela.
En su Informe Mundial sobre el Paludismo 2017 difundido hoy en la India, la OMS alertó de que el pasado año se registraron 875.000 casos en el continente, frente a los 684.000 de 2015 algo más de un millón de 2010.
En la región de América de la OMS, que incluye Latinoamérica, el Caribe, Estados Unidos y Canadá, también se incrementó el número de muertes por paludismo hasta alcanzar los 700 decesos, 300 más que el año precedente.
Entre los países que registraron importantes subidas en el número de casos está Colombia, que pasó de 74.100 enfermos en 2015 a casi el doble, 134.000, en 2016, una trayectoria similar a la de Venezuela, donde los casos pasaron de 171.200 a 300.900 en ese periodo.
En el caso de Venezuela, que junto a Brasil concentra el 65 % de los registrados en la región, la subida se tradujo en un aumento de los fallecimientos, 280, 120 más que un año antes.
También Nicaragua registró un fuerte aumento de pacientes, con 12.460 en 2016 frente a los 5.000 del periodo anterior, y Ecuador, que tuvo 1.200 enfermos de paludismo, el doble que un año antes.
Países como República Dominicana, Ecuador, Guayana, Honduras, México y Panamá registraron incrementos de casos menos pronunciados.
"A pesar de los aumentos en algunos países, la transmisión está concentrada; en particular en Chocó, en Colombia; Loreto, en Perú, y Bolívar, en Venezuela. De forma similar, casi el 45 % de los casos en Brasil vienen de 15 municipios en Acre y Amazonas", dice el informe.
La OMS atribuye los incrementos en otros países a una mejora en los procesos de monitorización y a brotes focales.
El estudio advierte, paralelamente, de un estancamiento en la financiación dedicada a la lucha contra la malaria en América, donde hay una población de casi 127 millones en riesgo de contraer la enfermedad y se han invertido apenas 167 millones de dólares (140 millones de euros) para combatirla en 2016.
Este monto supone una caída del 13 % con respecto a 2010, cuando la financiación contra el paludismo ascendió a algo más de 192 millones de dólares (161 millones de euros) en el continente.
A pesar de ello, una docena de los 18 países donde el paludismo es endémico están en camino de alcanzar el objetivo de reducir la incidencia de casos un 40 % antes de 2020, mientras que otros cinco podrían lograr un descenso de entre el 20 y el 40 %.
A nivel mundial, la OMS advirtió de que los progresos contra la malaria llevan estancados tres años, con un aumento del 2 % en el número de casos registrados en 2016 con respecto al año previo.
"Estamos en una encrucijada, sólo a través de acciones urgentes y coordinadas de nuestros depositarios (con los países en el asiento del conductor) recuperaremos el ritmo para alcanzar los objetivos de nuestra estrategia global de la malaria", alertó.
La malaria es una enfermedad infecciosa que se caracteriza por ataques intermitentes de fiebre muy alta y se transmite por la picadura del mosquito anofeles hembra.