Viena.-Un total de 23 periodistas han sido asesinados en lo que va de 2017 en relación con su trabajo en Latinoamérica, lo que convierte a esta región en la más peligrosa para los reporteros, según el recuento publicado hoy por el Instituto Internacional de Prensa (IPI).
"Latinoamérica y el Caribe fue la región más mortífera en 2017 para los periodistas. Más de una cuarta parte de los 81 periodistas que murieron en conexión con su trabajo perdieron sus vidas aquí", resume el IPI en un comunicado emitido hoy en Viena.
Según este organismo, todos menos uno de los 24 reporteros que murieron en la región "parecen haber sido blancos deliberados por su trabajo", indica el IPI, que recuerda que en 2016 esa cifra fue de 28.
México no es sólo el país donde más periodistas fueron asesinados, sino que lidera, con 13 homicidios, la lista mundial.
El IPI dice que ha sido capaz de vincular cuatro de las trece muertes en México al trabajo de las víctimas, pero que las otras nueve siguen sin resolverse y que en ninguno de los casos se ha condenado a nadie por ejecutar o planear los asesinatos.
"Los brutales asesinatos de periodistas en México y en muchos otros países muestran, trágicamente, cómo la impunidad de los asesinos de periodistas provoca más homicidios", declaró la directora del IPI, Barbara Trionfi.
El IPI también ha registrado asesinatos de periodistas en Honduras (4), República Dominicana y Colombia (2), Guatemala, Perú y Brazil (1).
Con todo, Trionfi destacó que la cifra de periodistas muertos en 2017 ha sido menor que el año anterior, cuando se contabilizaron 120 reporteros asesinado por hacer su trabajo.
Con todo, la directora del IPI condenó "los fracasos a la hora de llevar a los asesinos de periodistas ante la Justicia".
Tras México, Irak (11) y Siria (9) encabezan la lista de países más peligrosos para ejercer el periodismo.
Así, Oriente Medio y el norte de África sigue a Latinoamérica como la segunda zona más peligrosa del globo, aunque el número de periodistas muertos en la región bajo en 2017, respecto al año anterior, de 41 a 23.
En Asia el número de muertos ha aumentado hasta los 19 con la India y Filipinas a la cabeza, con seis y siete periodistas muertos, respectivamente, mientras que el África Subsahariana, Europa y Norteamérica completan la lista con ocho, cinco y dos reporteros asesinados.
De las 81 víctimas en 2017, diez fueron mujeres, cifra que ha aumentado respecto a 2016, año en el que fueron cuatro.
Uno de los principales problemas a la hora de contabilizar los asesinatos de periodistas es que en la mayoría de los casos nunca se llega a conocer al autor, lo que dificulta vincular la muerte del reportero con su labor profesional.