WASHINGTON, EE UU.-La Comisión Interamericana de Derechos Humanos calificó de alarmante el retroceso en materia de protección de los derechos humanos en las Américas, especialmente en cuanto a niños, adolescentes, pueblos indígenas, migrantes y refugiados.
“La impunidad, las violaciones al debido proceso, los límites a la independencia del Poder Judicial, los abusos policiales, la discriminación, la pobreza y la exclusión social son apenas algunos de los problemas que atentan contra la vigencia de los derechos humanos y debilitan el estado de derecho”, sostuvo el organismo en su informe anual.
La CIDH mantuvo a Cuba y Venezuela entre los países del hemisferio que requieren un seguimiento especial debido al grave deterioro de los derechos humanos.
El documento también evaluó el seguimiento que Colombia, México y República Dominicana han dado a diversas recomendaciones emanadas por la CIDH.
En cuanto a República Dominicana, la CIDH reconoce en el seguimiento de sus recomendaciones la importancia de las medidas que el Estado ha implementado para dar solución a la grave situación en la que viven miles de personas -en su mayoría de origen haitiano- que no gozan efectivamente de su derecho a una nacionalidad y los efectos que esto tiene en el goce de sus derechos humanos.
La Comisión reconoce la importancia práctica del procedimiento de restitución de la nacionalidad amparado por nuevas leyes, aunque insiste en que hay "un reto en su implementación pronta y efectiva" por parte de todas las autoridades, lo cual provoca barreras para garantizar que toda persona pueda acceder al goce efectivo de su nacionalidad.
La Comisión centró su alarma no sólo en los altos niveles de violencia y criminalidad que azotan al hemisferio de manera sostenida, sino también a la respuesta represiva y militarizada que los Estados suelen brindar, exacerbando así el problema.
Además, mostró preocupación por la violencia contra defensores del medio ambiente y de los derechos de los pueblos indígenas. En cuanto a niñas y adolescentes, reportó alta incidencia de violencia sexual y también prejuicios que representan barreras para el ejercicio de sus derechos reproductivos.
Otras tendencias preocupantes para la CIDH son los procesos penales sin fundamento contra defensores de derechos humanos para obstaculizar sus labores y la crueldad exhibida en asesinatos perpetrados en varios países contra homosexuales.
Al referirse a Estados Unidos, la Comisión mostró preocupación por lo que calificó como “graves retrocesos en materia migratoria y asilo” y “manifestaciones de odio racial, xenofobia y violencia”.
Por su parte, la relatoría para la libertad de expresión de la CIDH presentó su propio informe anual, en el cual registró 22 periodistas y trabajadores de la comunicación asesinados el año pasado en el continente debido a su profesión.
La relatoría indicó que a las muertes se suman decenas de denuncias sobre actos de violencia, agresión, amenaza e intimidación contra comunicadores.
La CIDH es un órgano de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato es promover la defensa de los derechos humanos en la región. Está integrada por siete miembros independientes que no representan a sus países de origen o residencia.