En el inicio de la Semana Santa, cuya primera ceremonia fue la misa del Domingo de Ramos, el papa Francisco se dirigió a los jóvenes cristianos para invitarles a "gritar" ante quienes intentan "manipular la realidad" y silenciarlos.
El pontífice rememoró la entrada de Jesús de Nazaret en Jerusalén y explicó que la algarabía de sus fieles y discípulos despertó el "enojo e irritación" de algunos que, con el "relato" dominante, hicieron que la gente acabara por pedir su ejecución en la Cruz.
Estas acusaciones provienen "de quien manipula la realidad y crea un relato a su conveniencia y no tiene problema en 'manchar' a otros para acomodarse, el grito del que no tiene problema en buscar los medios para hacerse más fuerte y silenciar las voces disonantes".
El santo padre afirmó que de este modo, se acaba "derribando la esperanza, matando los sueños, suprimiendo la alegría; así se termina blindando el corazón, enfriando la caridad".
Francisco puntualizó que la fabricación de este relato es actual y se dirigió a los jóvenes, en esta XXXIII Jornada Mundial diocesana de la Juventud, para recordarles que la alegría que Jesús despierta en ellos "es motivo de enojo e irritación en algunos".