REDACCIÓN INTERNACIONAL.- El brote de ébola que se declaró el pasado mes de mayo en la República Democrática del Congo (RDC) ha terminado de manera oficial este martes después de que pasaran 42 días sin que se detectara ningún caso nuevo y con un balance final de 54 contagios, 38 de ellos confirmados, 33 muertos y 21 supervivientes. Pese a todo, las autoridades mantienen la vigilancia convencidas de que, más tarde o más temprano, un nuevo brote volverá a poner a prueba los sistemas de alerta, detección precoz y gestión frente a esta enfermedad.
La novena epidemia que sufre este país africano desde que se identificó el virus en 1976 comenzó siendo lo que los expertos denominan un “brote clásico” que surgió en una zona rural, en concreto en la zona de Bikoro en la provincia de Ecuador, pero que luego alcanzó la ciudad de Mbandaka. Sin embargo, la utilización por primera vez en el inicio de una epidemia de una vacuna que ya fue probada con éxito en Guinea y la rápida respuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la comunidad internacional han permitido controlar el brote en un tiempo razonable y lograr que no se extendiera más allá de esta región.
El ministro de Sanidad del Gobierno congolés, Oly Ilunga, aseguró que “a pesar de que la amplitud de la crisis a la que nos hemos enfrentado no tenía precedentes, la rapidez y la eficacia de la respuesta puesta en marcha por el Gobierno y sus socios internacionales han sido excepcionales”. En total fueron vacunadas 3.300 personas, lo que permitió romper las cadenas de transmisión.
Fuente: El País.