WASHINGTON.- El Banco Mundial vaticinó ayer que la economía de América Latina y el Caribe crecerá este año 0,6 por ciento y 1,6 por ciento en 2019, una tasa inferior a las proyecciones formuladas a comienzos de año, que genera preocupación al organismo sobre las perspectivas para la región.
La proyección del Banco Mundial es bastante más conservadora que la del Fondo Monetario Internacional, el cual estimó en julio que la economía regional podrá crecer a un ritmo de 1,6% este año y 2,6% el año próximo. El FMI actualizará sus proyecciones la semana próxima durante su reunión otoñal en Indonesia.
El Banco Mundial atribuyó el alicaído crecimiento a las turbulencias del mercado que perturban a Argentina desde abril, la desaceleración de la expansión en Brasil, el deterioro continuo de la situación en Venezuela y un entorno externo menos favorable.
El Banco Mundial calculó que 29 de los 32 países de la región registrarán este año un balance fiscal negativo, que la deuda pública ha superado el 60% del producto interno bruto regional, y que seis países tienen tasas de endeudamiento superiores al 80%.
En su más reciente informe semestral lanzado el viernes, el BM fundamentó su preocupación sobre las perspectivas regionales en una considerable incertidumbre política en Brasil, un probable recrudecimiento de la actual recesión en Argentina, dudas sobre la sostenibilidad de algunas reformas claves en México y guerras comerciales que estallan con frecuencia.
El Banco estimó que Sudamérica se contraerá este año 0,1% y crezca 1,2% en 2019, muy por debajo de Centroamérica (2,8% en 2018 y 3,2% en 2019), el Caribe (3,7% en 2018 y 3,5% en 2019) y México (2,3% en ambos años).