El Pacto Global sobre Refugiados refuerza la responsabilidad compartida de ayudar a quienes se ven obligados a abandonar sus países debido a conflicto o persecución.
La votación fue de 181 a favor, dos en contra y las abstenciones de República Dominicana, Eritrea y Libia.
El jefe de la oficina de refugiados de la ONU, Filippo Grandi, calificó la votación de “histórica” y añadió en un tuit que “es el mayor esfuerzo para compartir ampliamente la responsabilidad por los refugiados que yo he visto en 34 años de trabajo con refugiados”.
El acuerdo es distinto de otro pacto no vinculante para lograr una migración segura, ordenada y humanitaria, el que fue aprobado el 10 de diciembre por casi el 85% de los 193 estados miembros de la ONU a pesar de la oposición encarnizada de Estados Unidos.
Se prevé que la Asamblea General ratifique el Pacto Global sobre Refugiados el miércoles.
El acuerdo fue aprobado cuando 68,5 millones de personas, una cifra récord, se han visto obligadas a huir de sus hogares. Estos incluyen 25,4 millones que han cruzado fronteras para convertirse en refugiados y 43,1 millones que están desplazados dentro de sus países de origen.
Según la agencia de la ONU para los refugiados, nueve de cada 10 viven en países en desarrollo, donde servicios elementales como la salud o la educación sufren escasez de fondos.
El nuevo pacto aspira a lograr mayores inversiones de los gobiernos y el sector privado en infraestructura y servicios que beneficien tanto a los refugiados como las comunidades anfitrionas, como el acceso a la educación.
Se basa en la Convención sobre Refugiados de 1951, los derechos humanos y el derecho humanitario, y prevé un Foro Global sobre Refugiados cada cuatro años.