El estado de emergencia nacional no será declara por ahora para por ahora en Estados Unidos a los fines de financiar su muy prometido muro fronterizo, afirmó este viernes el presidente de esa nación Donald Trump.
El mandatario estadounidense ofreció esas declaraciones conforme aumenta la presión para encontrar una salida de un impasse que ya lleva tres semanas y tiene cerradas partes del gobierno, dejando a miles de empleados sin paga.
“La solución más fácil es que yo declare una emergencia nacional… pero no voy a hacer las cosas así de rápido”, dijo Trump en una reunión en la Casa Blanca con líderes estatales y locales sobre temas de seguridad fronteriza.
Aproximadamente 800.000 empleados, más de la mitad de los cuales todavía se presentan a trabajar, están por perder su primera paga el viernes debido al cierre, y Washington está cerca de fijar un récord del cierre de gobierno más largo en la historia del país.
Esos indicadores — junto con los efectos que ha tenido en parques nacionales, inspecciones de alimentos y la economía en general — tenían a algunos de los republicanos en el Capitolio cada vez más incómodos con las exigencias de Trump.
Por otra parte la Cámara de Representantes aprobó el viernes pagarle retroactivamente sus sueldos a los empleados federales afectados por la paralización de las actividades oficiales, una vez que concluya el cierre.
El Senado había aprobado la medida el jueves por unanimidad. Ahora va al presidente Donald Trump quien debe firmarla.
Este viernes, al preguntarle por el apuro por el que pasan las personas que no reciben su sueldo, el presidente evadió el tema y dijo que se sentía mal “por las personas que tienen familiares que han sido asesinados” por criminales que atravesaron la frontera.
Poco después Trump tuiteó que durante su visita a la frontera los funcionarios allí le aseguraron que “es una situación mucho peor de lo que casi cualquier persona comprendería, ¡es una invasión!”