Las movilizaciones convocadas por la oposición continúan a pesar del llamamiento a la calma y al diálogo realizado el viernes por el presidente Jovenel Moise, centenares de personas se han movilizado en Carrefour, zona norte de la capital, de Haití.
Mientras eso ocurre la tensión se mantiene este domingo tras la protesta multitudinaria celebrada el pasado jueves contra el mandatario de esa nación donde los manifestantes han quemado neumáticos y levantado barricadas, cortando todas las conexiones de Puerto Príncipe con los cuatro departamentos del país.
Otras zonas de la capital también permanecen bloqueadas, apenas hay transporte y los negocios del centro de la ciudad continúan cerrados, al igual que en la zona de Petionville, donde se registraron sucesos violentos durante las protestas de esta semana y en cuyas calles aún hay vehículos quemados y vidrios rotos.
Precisamente, Petionville, junto con Puerto Príncipe y Croix Des Bouquets, los tres grandes municipios de la zona metropolitana, así como Saint Marc y Jacmel han suspendido las actividades previas al carnaval que se iban a celebrar durante el fin de semana, como consecuencia de las protestas.
Además, persiste la escasez de gasolina, puesto que la situación de incertidumbre e inseguridad complica la distribución, de modo que muchas estaciones de combustible permanecen cerradas y, en las que están abiertas, se han formado largas filas de vehículos para repostar.
El presidente Moise llamo este viernes a la oposición a dialogar “abiertamente” para buscar soluciones a la crisis que atraviesa el país, tras dos días de protestas que dejaron cinco muertos en la capital y otras ciudades, y mediante las que los convocantes buscan forzar la caída del gobernante, que asumió el poder hace dos años.
Según la oposición y diversos sectores de la sociedad civil, la dimisión de Moise debe ser el primer paso para iniciar un proceso judicial que aclare lo sucedido con los fondos de Petrocaribe.