Caracas.-A la espera de nuevos detalles, ya se conocen los plazos. Convocados por Juan Guaidó, reconocido como presidente legítimo por medio centenar de países, los venezolanos volvieron a las calles para exigir a las Fuerzas Armadas que permitan la llegada de la ayuda internacional que rechaza el Ejecutivo de Nicolás Maduro.
Guaidó ha asegurado que los convoyes de apoyo humanitario ingresarán el 23 de febrero.
Las manifestaciones también buscaban enviarle un mensaje a los militares para que dejen pasar los alimentos e insumos médicos que desde la semana pasada se almacenan en la ciudad colombiana de Cúcuta, donde se estableció el primer centro de acopio.
En algo más de una semana, los representantes de Guaidó —en estrecha colaboración con Washington y Bogotá— han puesto en marcha la primera fase de su estrategia: el almacenamiento de las ayudas en múltiples puntos en Colombia, Brasil y una isla del Caribe.
El jueves pasado llegaron los primeros camiones con suministros a una bodega en el puente internacional de Tienditas, cerca de Cúcuta, la principal urbe sobre la porosa frontera común, que se extiende a lo largo de 2.200 kilómetros. Del lado venezolano, los militares han bloqueado todos los carriles de la moderna estructura, aún sin estrenar, con dos contenedores y un camión cisterna.
El coordinador de ayuda humanitaria designado por Guaidó, Lester Toledo, anunció el lunes un nuevo lugar de almacenamiento en el estado brasileño de Roraima. Allí llegarán las primeras toneladas de ayuda desde la próxima semana. "Podemos decir oficialmente que será el segundo gran centro de acopio después del de Cúcuta, y que Brasil se suma a esta coalición", declaró Toledo luego de ser recibido en Brasilia por el canciller Ernesto Araujo.