Santiago.-El sociólogo José Andrés Murillo, el periodista Juan Carlos Cruz y el médico James Hamilton, víctimas de abuso sexual por parte del párroco Fernando Karadima, consideran que el fallo de la justicia chilena “no tiene precedentes y es histórico”.
Y es que, para las tres víctimas, el dictamen del tribunal, para que el Arzobispado de Santiago repare con dinero el daño provocado, abre “una luz de esperanza” para que la Iglesia católica responda por cada encubrimiento de abuso que haya podido cometer.
“Estamos conformes porque desde ahora la Iglesia tendrá que responder por los encubrimientos. Estos no pueden seguir siendo impunes”, enfatizó Hamilton.
En ese sentido, sostuvo que este fallo sienta precedentes para que cualquier víctima pueda alegar contra el abusador y también contra la Iglesia como garante.
“Este fallo es algo histórico para el mundo porque se reconoce no solo que son garantes (la Iglesia) sino que también se reconoce una estructura de encubrimiento y eso, en otras parte del mundo, recién se está considerando”, añadió.
Durante esta jornada se informó de que la novena sala de la Corte de Apelaciones de Santiago revocó un fallo de primera instancia en marzo de 2017 que había rechazado la demanda y determinó que tanto Hamilton, como Cruz y Murillo, reciban 100 millones de pesos (unos 147.000 dólares) cada uno.
Los tres presentaron el 3 de septiembre de 2013 una demanda civil contra el Arzobispado de Santiago por el presunto encubrimiento de los abusos cometidos por Karadima, dos años después de que fuera condenado por la Justicia canónica a una vida de reclusión y penitencia y de que el proceso no avanzara en la Justicia penal, que aunque confirmó como verídicas las denuncias cerró el proceso sin condena por la prescripción de los hechos.
En una atiborrada rueda de prensa, Hamilton, Murillo y Cruz, este último a través de videoconferencia, fueron categóricos en señalar que han sido las víctimas la que han “forzado a la Justicia del Estado”.
La Fiscalía Nacional de Chile investiga a 219 religiosos chilenos en 158 casos de abusos sexuales contra 241 víctimas, de las cuales 123 eran menores de edad al momento de los hechos.