Las autoridades migratorias de los Estados Unidos iniciarían un proceso de deportación de millones de inmigrantes que no cuenten con sus documentaciones legales, de acuerdo a declaraciones hechas este martes por el presidente de esa nación, Donald Trump.
El mandatario estadounidense explicó a través de su cuenta de Twitter, que a esos fines el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE), Se prepara para deportarlos tan pronto como lleguen a los Estados Unidos.
Lo que sí aseguró Trump fue que México "está haciendo un muy buen trabajo deteniendo a gente" antes de que alcancen la frontera estadounidense y anunció que "pronto" firmará un acuerdo con Guatemala de "tercer país seguro".
Con este acuerdo, Estados Unidos podría enviar a solicitantes de asilo de otros países a Guatemala, algo que también se ha planteado con México y que hasta la fecha ese país ha rechazado.
Estados Unidos y México acordaron a principios de mes que Washington pueda expulsar a su vecino del sur a todos los solicitantes de asilo centroamericanos que crucen la frontera de forma irregular.
"Aquellos que crucen la frontera sur de Estados Unidos para pedir asilo serán rápidamente devueltos a México, donde podrán esperar la resolución de sus solicitudes", indicaron los Ejecutivos de Trump y Andrés Manuel López Obrador.
Por su parte, "México autorizará la entrada a todas esas personas por razones humanitarias, en cumplimiento de sus obligaciones internacionales, mientras esperan la resolución de sus peticiones de asilo. México también les ofrecerá empleo, salud y educación de acuerdo a sus principios".
Cientos de miles de inmigrantes han llegado en los últimos meses a Estados Unidos en un flujo sin precedentes en la última década y que según cálculos del Gobierno de Trump alcanzará el millón de personas este año fiscal.
Estados Unidos detuvo en mayo en su frontera sur a más de 132,000 inmigrantes, un 30 % más que en abril y la mayor cifra registrada en un solo mes desde 2006.
Estos inmigrantes, en su mayoría, son familias centroamericanas que se entregan a las autoridades estadounidenses y piden asilo, trámite que les permite quedar en libertad y obtener permisos temporales de residencia y trabajo.