El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, anunció su renuncia a última hora del miércoles luego de dos semanas de multitudinarias protestas por la filtración de un polémico chat con comentarios ofensivos hacia mujeres, homosexuales y víctimas del huracán María.
"Luego de escuchar los reclamos y hablar con mi familia (…) he tomado la siguiente decisión con desprendimiento: hoy les anuncio que estaré renunciando al puesto del gobernador efectivo el viernes 2 de agosto a las 5 de la tarde", dijo el gobernador en un video difundido en el sitio de Facebook del gobierno.
Apenas terminó de difundirse el video, se escuchó la algarabía y los "olé olé olé" de cientos de puertorriqueños que desde la tarde protestaban a las puertas de La Fortaleza, la casa de gobierno en San Juan.
Las protestas no cesaron desde el 13 de julio, cuando el Centro de Periodismo Investigativo divulgó la totalidad del chat de Telegram.
"Confío en que Puerto Rico continuará unido y hacia adelante como siempre lo fue", prosiguió el gobernador. "Y espero que esta decisión sirva como un llamado a la reconciliación ciudadana".
Sucesor (a)
A Rosselló lo sucedería temporalmente en el cargo la secretaria de Justicia, Wanda Vázquez.
"Asumiré la encomienda histórica que nos impone la Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico y las leyes aplicables", dijo Vázquez en un comunicado difundido por el diario local El Nuevo Día.
Los puertorriqueños aguardaron esta noticia con expectativa durante toda la jornada, mientras cundían los rumores de su inminente renuncia y un comité de juristas recomendaba iniciar un juicio político en su contra.
El Nuevo Día había informado en la madrugada del miércoles, citando fuentes anónimas, que Rosselló dimitiría durante la jornada.
El gobernador de este territorio estadounidense en el Caribe enfrentó casi dos semanas de protestas y pedidos de renuncia tras la divulgación del chat donde él y otros 11 hombres de su entorno compartían mensajes considerados ofensivos hacia periodistas, funcionarios, mujeres, gays y víctimas del huracán de 2017.