Ante la llegada a Puerto Rico de la tormenta tropical Dorian que avanza hacia el mar Caribe con posibilidad de convertirse en huracán los ciudadanos de ese país buscan abastecerse de agua y otros productos en medio de una escasez que ha provocado nerviosismo.
Una parte importante de los supermercados de la Isla del Encanto presentaban este lunes sus estantes vacios de agua embotellada, lo que ha producido la formación de largas filas.
Puerto Rico no está aún bajo advertencia o vigilancia de tormenta tropical, pero la ciudadanía, todavía con el recuerdo cercano del huracán María de 2017, se ha echado a las calles para adquirir víveres y herramientas ante la posibilidad de que Dorian sea una amenaza para la isla caribeña.
La población el domingo comenzó a acaparar víveres en supermercados y tiendas, lo que provocó los primeros problemas de escasez de agua, una tendencia que continúa hoy a 2 días de la llegada del ciclón a Puerto Rico.
Los últimos pronósticos apuntan a cierto fortalecimiento del sistema durante los próximos días, lo que llevaría a Dorian cerca de convertirse el martes o miércoles en huracán de categoría 1, con vientos máximos sostenidos de 74 millas por hora o más (120 km/h).
De mantenerse la actual previsión, Dorian pasaría el jueves cerca de la costa suroeste de Puerto Rico antes de impactar poco después el sureste de República Dominicana con vientos huracanados.
A pesar de que no se espera que el ciclón impacte directamente Puerto Rico, la población ha acudido en masa a los supermercados y establecimientos provocando ya problemas de escasez de agua, en parte debido a la advertencia de las autoridades de estar preparados ante la amenaza de huracanes.
Las cadenas de distribución Sams y Costco establecieron límites a la venta de agua en un intento de evitar el desabastecimiento, un fenómeno habitual en Puerto Rico cuando se anuncia la llegada de ciclones de magnitud.