Berlín ha conmemora este domingo el treinta aniversario de la caída del Muro, que dividió la ciudad durante 28 años, con un acto festivo ante la Puerta de Brandeburgo, símbolo de la fractura que la capital alemana superó y que, tras una vertiginosa sucesión de eventos, condujo a la reunificación del país.
Decenas de miles de personas se han congregado en una tarde gris y húmeda ante el monumento que durante décadas le fue impedido cruzar a los habitantes del este y oeste de la ciudad y que ahora preside el centro de la capital.
El presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier, ha proclamado que este sábado era el día para recordar "la noche de las noches, después de la cual nada volvió a ser como antes" y ha agradecido especialmente a los ciudadanos "valientes" germano-orientales, que "escribieron la historia".
Hace tres décadas una confusa declaración ante la prensa del entonces portavoz del Gobierno germano-oriental, Günther Schabowski, precipitó los acontecimientos: la gente entendió que se permitía pasar al oeste; fue el comienzo de la caída del Muro.