Pekín, (EFE).- China vivió hoy su tercer día consecutivo sin nuevos contagios de coronavirus, aunque los casos detectados procedentes del exterior continúan aumentando, lo que ha llevado a extremar aún más las medidas de control a todos los que regresan al país, ya sean nacionales o extranjeros residentes.
En las últimas 24 horas el gigante asiático registró 41 de los llamados casos “importados”, descubiertos en viajeros que llegan a China desde otros focos mundiales de la pandemia, una cifra que, aún siendo baja, es la mayor contabilizada hasta la fecha. Cientos de miles de chinos y extranjeros residentes en el país, entre ellos muchos estudiantes, que se encontraban fuera desde el comienzo del brote, aprovechan la mejora de la situación actual para regresar desde zonas ahora más afectadas, como Estados Unidos o Europa, con el fin de reanudar su trabajo o sus estudios.
ENDURECIMIENTO DE LAS CUARENTENAS A TODOS LOS QUE REGRESAN
Pekín teme que, una vez que ya no hay nuevos contagios locales, la gente que regresa pueda prender la mecha de una segunda oleada de transmisión por lo que prácticamente todas las grandes ciudades y provincias han endurecido las cuarentenas a todos los que llegan al país. Hoy fue la provincia meridional de Cantón la que anunció que todos quienes procedan del exterior tendrán que someterse a una cuarentena obligatoria en un centro habilitado y, solo en algunas excepciones, en su propia casa.
Pekín endureció el pasado jueves las restricciones y ni siquiera permite ya a las personas que viven solas realizar el confinamiento en su domicilio obligándolas a aislarse en un hotel, en el que deben correr con los gastos de estancia y manutención. La capital financiera del país, Shanghái, y otras grandes ciudades aplican medidas similares, que todos los que regresan a China, entre ellos varios españoles, están afrontando estoicamente pese a los inconvenientes que supone.
CASOS DESDE ESTADOS UNIDOS, ITALIA, ESPAÑA Y FRANCIA
Pekín y Shanghái fueron precisamente las ciudades que hoy registraron un mayor número de casos “importados”, con 14 la primera y nueve la segunda. De los que llegaron a la capital, siete lo hicieron desde el Reino Unido y el resto desde Estados Unidos, España, Francia, Italia y Holanda. Cinco de los que aterrizaron en Pekín eran estudiantes chinos, mientras que en Shanghái cinco de los nueve eran también universitarios llegados del Reino Unido, Francia y Suiza. Cantón sumó otros siete contagiados, además de cuatro en Fujian (sureste), dos en Zheijang (este), Shandong (noreste) y Shaanxi (noroeste) y uno en Sichuan (suroeste). Hasta la medianoche del viernes, China contabilizó otras siete muertes, todas ellas en la provincia de Hubei, y todas menos una en su capital, Wuhan, foco de la pandemia, según los datos de la Comisión Nacional de Salud.
El número de casos graves en el país se redujo en 173 mientras que 590 pacientes fueron dadas de alta de los hospitales, indicó la comisión, que informó de que se detectaron otros 36 nuevos casos sospechosos de haber contraído el virus. El total de casos confirmados en todo el país se eleva así a 81.008 y el de muertos a 3.255, mientras que 71.740 pacientes han sido dados de alta desde el comienzo del brote. Desde mediados de diciembre, mes en que las autoridades han situado hasta ahora el comienzo de los contagios, se ha vigilado a 685.866 contactos cercanos de los contagiados, de los que 9.371 permanecen aún en observación médica.
“PREVENIR UN REPUNTE DE LOS CASOS»
El portavoz de la Comisión Nacional de Salud, Mi Feng, señaló hoy que, desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la epidemia como una pandemia mundial el pasado 11 de marzo, el número de casos importados en China aumentó desde 85 hasta los 269 actuales. Y destacó que eso supone un incremento del 216 por ciento, lo que supera ampliamente al “aumento del 98 por ciento de los casos confirmados en el mundo en el mismo período». “China debe prevenir de manera estricta la importación del virus desde el exterior y un repunte de los casos”, recalcó Mi. El tercer día consecutivo sin nuevos casos locales ha llevado a relajar algunas restricciones al movimiento y al comercio, incluso en el epicentro de Wuhan, que permanece en cuarentena desde el pasado 23 de enero.
Las tiendas de los complejos residenciales de la ciudad que no tengan casos podrán reanudar su actividad, según la agencia oficial Xinhua. Se trata todavía de una relajación muy tenue de las estrictas restricciones que imperan en la urbe donde comenzó todo, que continuará cerrada a cal y canto hasta que no pasen 14 días consecutivos sin nuevos contagios, según los expertos