La directiva de 55 páginas plantea grandes ambiciones marítimas globales en zonas cruciales como el Ártico y el Mar Negro. Además, asegura una flota fuerte y un aumento del arsenal de misiles
EUROPA.- El presidente Vladimir Putin firmó este domingo una nueva doctrina naval que sitúa a Estados Unidos como el principal rival de Rusia y establece las ambiciones marítimas globales de Rusia en zonas cruciales como el Ártico y el Mar Negro.
En su discurso con motivo del Día de la Armada rusa en la antigua capital imperial de San Petersburgo, fundada por el zar Pedro el Grande, Putin elogió a Pedro por haber convertido a Rusia en una gran potencia marítima y haber aumentado la posición mundial del Estado ruso.
Tras inspeccionar la armada, Putin pronunció un breve discurso en el que prometió lo que pregonó como los exclusivos misiles de crucero hipersónicos Tsirkon de Rusia, advirtiendo que Rusia tenía la fuerza militar necesaria para derrotar a cualquier agresor potencial.
Poco antes del discurso, firmó una nueva doctrina naval de 55 páginas, que establece los amplios objetivos estratégicos de la marina rusa, incluidas sus ambiciones como “gran potencia marítima” que se extienden por todo el mundo.
La principal amenaza para Rusia, según la doctrina, es “la política estratégica de Estados Unidos de dominar los océanos del mundo” y el acercamiento de la alianza militar de la OTAN a las fronteras rusas.
Vladimir Putin, el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, y el jefe de la Armada, Nikolai Yevmenov
“La política interior y exterior independiente de Rusia se enfrenta a las contramedidas de Estados Unidos y sus aliados, que pretenden preservar su dominio en el mundo, incluidos sus océanos”, dice la doctrina.
Rusia puede utilizar su fuerza militar de forma adecuada a la situación en los océanos del mundo en caso de que se agoten otros poderes blandos, como las herramientas diplomáticas y económicas, dice la doctrina.
Nuevas bases militares
En el documento se anuncian los planes de crear nuevas bases militares en el mar Mediterráneo, la región de Asia-Pacífico, el océano Índico y el golfo Pérsico.
Moscú ve como el “principal riesgo” para su Armada la falta de suficientes bases fuera de sus fronteras que puedan recibir y abastecer a sus buques y realizar labores de reparación y mantenimiento técnico.
Además de garantizar la presencia permanente de la flota rusa en la base naval de Tartus, en Siria, Moscú quiere desarrollar centros de mantenimiento naval “en territorio de otros países de la región”, lo que incluye a países africanos y de Oriente Medio.
Esas bases se abrirán también en países de la cuenca del Pacífico e Índico, y en el mar Rojo, con cuyos países Rusia intenta desde hace años forjar una cooperación estratégica como alternativa a sus tradicionales socios europeos, a los que está enfrentado por la campaña militar en Ucrania.
El Kremlin se dispone a solucionar una de las principales carencias de su flota desde hace décadas, la construcción de portaaviones.
En particular, la doctrina menciona el interés en desarrollar la cooperación militar-naval con la India, Irán, Arabia Saudita e Irak.
Putin no mencionó loa invasión de Ucrania durante su discurso, pero la doctrina militar prevé un “fortalecimiento integral de la posición geopolítica de Rusia” en los mares Negro y de Azov.
“Hemos marcado abiertamente las fronteras y zonas de los intereses nacionales de Rusia, tanto económicas como estratégicas, que son vitales”, aseguró Putin al intervenir en el Día de la Armada.
También se señala el Océano Ártico, que Estados Unidos ha dicho en repetidas ocasiones que Rusia está tratando de militarizar, como una zona de especial importancia para Rusia, donde tratará de reforzar su posición de liderazgo en la exploración de sus recursos minerales y mantener la “estabilidad estratégica” en esa zona reforzando el potencial de las flotas del norte y del Pacífico.
Además mencionaba el deseo de Rusia de desarrollar una ruta marítima “segura y competitiva” de Europa a Asia, conocida como el Paso del Noreste, a través de la costa ártica del país, y garantizar su funcionamiento durante todo el.
“La Rusia de hoy no puede existir sin una flota fuerte… y defenderá sus intereses en los océanos del mundo con firmeza y resolución”, añadía la doctrina.