Washington, EEUU.- El FBI estaba buscando documentos clasificados relacionados con armas nucleares, entre otros, cuando registró el complejo Mar-a-Lago del expresidente Donald Trump en Palm Beach, Florida, esta semana, dijeron a The Washington Post personas familiarizadas con la investigación.
Las fuentes no ofrecieron detalles adicionales sobre qué tipo de información buscaban los agentes o si se recuperó algún documento clasificado. Sin embargo, la revelación resalta la "profunda preocupación" entre los funcionarios del Gobierno sobre la información que pensaban que podría ser encontrada en la residencia de Trump y el peligro de caer en manos equivocadas, revela el periódico.
"Si eso es cierto, sugeriría que el material que está ilegalmente en Mar-a-Lago puede haber sido clasificado al más alto nivel de clasificación", dijo David Laufman, exjefe de la sección de contrainteligencia del Departamento de Justicia. "Si el FBI y el Departamento de Justicia creyeran que todavía hay material de alto secreto en Mar-a-Lago, eso se prestaría a una mayor motivación 'con los pelos de punta' para recuperar ese material lo antes posible", agregó.
Trump afirmó este lunes, a través de un comunicado, que agentes del FBI allanaron su residencia de Mar-a-Lago. De acuerdo con varios reportes, la inspección fue parte de una investigación sobre el manejo de documentos presidenciales altamente clasificados.
El registro, según Eric Trump, tercer hijo del magnate, estaba centrado en una investigación del Departamento de Justicia sobre el posible mal manejo de secretos gubernamentales, luego de que el expresidente se llevara a su residencia varias cajas con documentos clasificados cuando dejó la Casa Blanca.
La redada del FBI se produjo mientras Trump sopesa una cada vez más probable tercera candidatura a la Casa Blanca. En un comunicado, el magnate denunció el allanamiento como un "armamento del sistema de justicia" y un esfuerzo para evitar que se presente de nuevo a la Presidencia en el 2024.
Las acciones provocaron una rápida condena por parte de algunos gobernadores republicanos, que rápidamente respaldaron el mensaje de Trump de que el Departamento de Justicia estaba siendo utilizado en su contra. Asimismo, criticaron el pobre actuar del sistema de justicia estadounidense cuando se trata de investigar a personas ligadas a la administración actual, como Hillary Clinton o Hunter Biden.