Santo Domingo RD .- La Secretaría de Salud del gobierno de México emitió el lunes una segunda alerta sanitaria a causa de la viruela del monoy pidió a la población mantenerse alerta de los síntomas que tiene la enfermedad, ello, con el fin de controlar los casos que se presentan en el país.
Aunque no hay un tratamiento específico para esta enfermedad, autoridades sanitarias han señalado que la vacunación contra la viruela, que fue erradicada en la década de los 80, también brindaba protección en el pasado contra la viruela símica.
Por ello, en la actualidad, las personas menores de 40 a 50 años de edad pueden ser más susceptibles a la viruela del mono, debido a que las campañas de vacunación contra la viruela en todo el mundo terminaron después de la erradicación de la enfermedad.
Históricamente, la tasa de letalidad de la viruela símica ha variado entre el cero y el 11 por ciento en la población general, y ha sido mayor entre las y los niños pequeños. Por otro lado, en los casos actuales, la tasa de letalidad ha sido de entre el tres y el -6 por ciento, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
No obstante, esta enfermedad puede presentar complicaciones como bronconeumonía, síndrome séptico, encefalitis e infección de la córnea con la consiguiente pérdida de la visión. “Se desconoce la tasa de incidencia de infecciones asintomáticas”, señala la dependencia.
La OMS declaró el pasado sábado la emergencia internacional por el actual brote de viruela del mono, después de que se reportaron alrededor de 16 mil casos en 75 países y cinco muertes en África, donde la enfermedad es endémica.
Las personas que tienen viruela del mono pueden presentar síntomas que duran de 2 a 4 semanas. Los casos graves se producen con mayor frecuencia en los niños, y su evolución depende del grado de exposición al virus, el estado de salud del paciente y la naturaleza de las complicaciones, según lo explica la dependencia.
Cabe mencionar que las deficiencias inmunitarias subyacentes pueden causar peores resultados e incluso la muerte