Madrid,- Y si la muerte es la muerte, se preguntaba Federico García Lorca en Canción Otoñal, sin imaginar entonces que su vida sería arrancada por la ignominia del franquismo
Hoy, hace 86 años, España recuerda con emoción el asesinato de uno de los grandes dramaturgos y poetas de su historia, por “socialista, comunista, prácticas de homosexualismo y aberración”, según un informe policial de 1965 hecho público en 2015.
Hace algunos meses recibí la petición de Prensa Latina de realizar un reportaje del baile flamenco para la sección Escáner. No podía faltar el asomo de García Lorca, que no obstante ser fusilado a los 38 años de edad, dejó un legado imperecedero de obras multifacéticas.
Cante Jondo afianza la condición andaluza del escritor nacido el 5 de junio de 1898 en Fuente Vaqueros, Granada. Es un poema abarcador que incluye Baladilla de los tres ríos, El Guadalquivir, el Darro y el Genil, considerado un clásico del flamenco y que se estructura también por su amistad con Manuel de Falla.
Más recientemente, al visitar Málaga, fluyó nuevamente la figura del autor de clásicos de la poesía, el drama y la prosa como Romancero gitano, Poeta en Nueva York, Bodas de sangre, Yerma o La casa de Bernarda Alba, entre otras. En la ciudad de Pablo Picasso, la huella de García Lorca resplandece por doquier y especialmente el Café Cantante de Chinitas tiene una placa que lo recuerda con una de sus frases:
“En el café de Chinitas, dijo Paquiro a su hermano; soy más valiente que tú, más torero y más gitano”.
Actualmente convertida en la Casa-Museo de Federico García Lorca, la Huerta de San Vicente fue el refugio del poeta durante sus estancias en Granada. En 1925, cuando Lorca tenía 27 años, su padre, Federico García Rodríguez, compró esta propiedad para convertirla en casa de veraneo de la familia y la bautizó en honor a su esposa, llamada Vicenta.
Medio millar de personas asistió anoche a un acto en el paraje donde fue fusilado el granadino, aun si saber el punto exacto de su fallecimiento. Numerosos vecinos y de pueblos cercanos llenaron por completo el paraje del parque Federico García Lorca en Alfacar, además de autoridades y representantes municipales de toda la provincia.
“La madrugada del 18 de agosto de 1936 asesinaron a Federico García Lorca. Quisieron silenciar al poeta, borrarlo de la historia y lo convirtieron en un símbolo de la libertad; un escritor eterno que sigue presente con sus versos y obras, con su mirada única y sensible de la vida”, destacó este jueves el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez.
Para el cierre, nada mejor que fragmentos de Canción Otoñal.
¿Y si la muerte es la muerte,
qué será de los poetas
y de las cosas dormidas
que ya nadie las recuerda?
¡Oh sol de las esperanzas!
¡Agua clara! ¡Luna nueva!
¡Corazones de los niños!
¡Almas rudas de las piedras!
Hoy siento en el corazón
un vago temblor de estrellas
y todas las rosas son
tan blancas como mi pena.