Las fuerzas de seguridad de la dictadura de Daniel Ortega comunicaron que el operativo permitió “recuperar la normalidad para la Ciudadanía” y acusaron al prelado de realizar “actividades desestabilizadoras”
La policía de Nicaragua confirmó que detuvo al obispo Rolando Álvarez y lo puso bajo arresto domiciliario en su casa de Managua.
A través de un comunicado, indicó que, “cumpliendo con sus Funciones Constitucionales de resguardo de la Seguridad, la Tranquilidad y la Paz de las Familias”, realizó un operativo que “permitió recuperar la normalidad para la Ciudadanía y las familias matagalpinas”.
Además, dijeron que esperaron con “paciencia” una comunicación “positiva” de Álvarez, pero que supuestamente persistía en actividades “desestabilizadoras y provocadoras”.
“Durante varios días se esperó con mucha paciencia, prudencia, y sentido de responsabilidad una comunicación positiva del Obispado de Matagalpa, que nunca llegó a darse y que, al persistir las actividades desestabilizadoras y provocadoras, hizo necesario el citado operativo de Orden Público”, señaló la fuerza.
Luego informó que las personas que permanecían en esa “Casa-Curia” fueron “trasladadas, con respeto y observación de sus Derechos, a la Ciudad de Managua para las indagaciones de Ley. El Señor Obispo se mantiene en resguardo domiciliar en esta Ciudad Capital y ha podido reunirse con sus familiares esta misma mañana”, agregó.
“¡Urgente!. En estos momentos la Policía Nacional ha ingresado a la Curia Episcopal de nuestra Diócesis de Matagalpa”, informó esa sede eclesiástica en sus redes sociales.
Álvarez, de 55 años, obispo de la Diócesis de Matagalpa y administrador apostólico de la Diócesis de Estelí, es acusado por la Policía Nacional de intentar “organizar grupos violentos”, supuestamente “con el propósito de desestabilizar al Estado de Nicaragua y atacar a las autoridades constitucionales”, aunque de momento no han ofrecido pruebas.
“Preocúpense por llevar el traje de fiesta en el Reino de Dios”, escribió Álvarez en Twitter, pocas horas antes de ser capturado.
El jerarca, un crítico del régimen de Daniel Ortega, fue detenido junto a los sacerdotes José Luis Díaz y Sadiel Eugarrios, primer y segundo vicario de la catedral de Matagalpa de San Pedro, respectivamente. También fueron detenidos Ramiro Tijerino, rector de la Universidad Juan Pablo II y encargado de la parroquia San Juan Bautista; así como los seminaristas Darvin Leyva y Melkin Sequeira, el camarógrafo Sergio Cárdenas y el sacerdote Raúl González
Por su parte, el obispo auxiliar de Managua y exiliado, Silvio Báez, condenó el arresto y pidió a las autoridades liberar y respetar la dignidad de Álvarez. “Con el corazón indignado y dolido condeno el secuestro nocturno de Mons. Álvarez. ¡Quienes lo sepan, digan dónde está mi hermano obispo! ¡Que sus secuestradores respeten su dignidad y lo liberen! De nuevo, la dictadura vuelve a superar su propia maldad y su espíritu diabólico”, escribió en un tuit.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) indicó en un mensaje que “esta madrugada la Policía asaltó con lujo de violencia la curia episcopal de la Diócesis de Matagalpa, y se llevó secuestrado a Monseñor Rolando Álvarez y demás sacerdotes y laicos con rumbo desconocido”.
Al menos cinco sacerdotes y tres seminaristas se mantenían retenidos desde hace dos semanas junto con el obispo Álvarez.
“¡Dios mío! ¡Qué indignante!. Se han llevado a monseñor Rolando Álvarez, con los sacerdotes que estaban con él”, escribió el padre Edwing Román, otro crítico de Ortega, exiliado en Estados Unidos.
“¡Basta ya de tanto silencio! Hablen quienes tienen que hablar y dar la cara, a eso se le llama ‘pecado de omisión’”, en referencia al papa Francisco, quien ha sido criticado por diferentes sectores por mantener silencio sobre el tema en medio de los reclamos de laicos de Nicaragua, un país de mayoría católica.