La Unión Europea (UE) prepara un plan para reforzar las relaciones diplomáticas y comerciales con América Latina con la finalidad de contrarrestar la creciente influencia de Rusia y China en la región, según un documento enviado a los ministros de Exteriores del bloque, al que tuvo acceso El País.
"La UE necesita impulsar de manera sistemática su compromiso multilateral con los países de Latinoamérica y Caribe en vistas al aumento de la competencia de China, Rusia y otros por hacerse con votos en los foros multilaterales", señala el informe elaborado por el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE), que encabeza el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell.
Bruselas ha descuidado las relaciones con las naciones latinoamericanas durante casi una década, mientras que China ha multiplicado por 26 sus inversiones en la región en tan solo 20 años, y se ha convertido en "el primer o segundo socio comercial más importante […], desplazando a la UE y superando a Estados Unidos en muchos países", alerta el documento interno, recalcando que 21 de los 33 países de la región se han sumado a la Nueva Ruta de la Seda, la iniciativa de Pekín para estimular el flujo del comercio y las inversiones.
Por otro lado, la situación en torno a Ucrania ha demostrado que muchos países de la región no comparten la respuesta europea al conflicto. Si bien la mayoría de las naciones latinoamericanas votó a favor de la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas que condena la operación militar rusa, la opinión pública refleja un apoyo mucho menos fuerte al discurso de Occidente, reconoce el medio. Así, en la cumbre de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana, que se celebró en abril en Argentina, la delegación europea no logró que se aprobase una condena a Moscú.
América Latina, además, ha entrado en un nuevo ciclo político, marcado por el giro a la izquierda. Los denominados por Bruselas "candidatos antiestablishment", con el nuevo presidente de Colombia, Gustavo Petro, Gabriel Boric en Chile, el peruano Pedro Castillo, Xiomara Castro en Honduras y el costarricense Rodrigo Chaves, "son menos atlantistas y más abiertos a alianzas alternativas a las tradicionales" que pasaban por EE.UU. y la UE, sostiene el informe.