Santo Domingo, RD.- Una nueva amenaza externa amenaza la estabilidad y recuperación económica de la Republica Dominicana, especialmente para controlar la inflación y tiene que ver con la crisis financiera de Estados Unidos que implicara nuevos aumentos en las tasas de interés.
Frente a esa situación, el presidente Luis Abinader, que ha manejado con éxito los efectos de la pandemia del COVID y las consecuencias de la Guerra entre Rusia y Ucrania, llamo a sus funcionarios a una reunión al Palacio Nacional para advertir sobre la situación.
El mandatario esta focalizado en que sus planes de inversiones y desarrollo económico no resulten severamente afectados por la situación norteamericana.
A penas un día después de que el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, advirtiera que no hay una cura rápida para el acelerado aumento de los precios y que sería necesaria una política monetaria estricta “durante algún tiempo” antes de que la inflación esté bajo control, lo que implicará un crecimiento más lento, un mercado laboral más débil y “algo de dolor” para hogares y empresas”, el mandatario dominicano puso su ojo avizor para prevenir consecuencias.
En medio de las situaciones internacionales, el gobierno ha mantenido la seguridad alimentaria con precios controlados e impulsando paralelamente programas de cultivo masivo de alimento a tal extremo que ha logrado excedentes en la producción arrocera.
La Fed está en una campaña agresiva para aumentar las tasas de interés, y Powell dejó en claro que la lucha contra la inflación no ha terminado. “Restaurar la estabilidad de precios llevará algún tiempo y requiere usar nuestras herramientas con fuerza para lograr un mejor equilibrio entre la oferta y la demanda”, dijo en la reunión, celebrada con el telón de fondo de las majestuosas montañas Grand Teton.
Las señales modestas de desaceleración en la economía más grande del mundo y la disminución de las presiones de los precios generaron esperanza en los mercados financieros de que el banco central podría suavizar sus agresivas alzas de tasas, y tal vez incluso comenzar a revertir el rumbo el próximo año.
Pero Powell apagó esas esperanzas, dejando en claro que la política de la Fed y la tasa de referencia de los préstamos tendrían que seguir siendo “suficientemente restrictivas” para que la inflación regrese a su objetivo del dos por ciento.
Los funcionarios de la Fed elevaron los tipos de interés en 0,75 puntos porcentuales en cada una de sus últimas dos reuniones, la más reciente en julio, a un intervalo entre 2,25 % y 2,5 %.
En su reunión de finales de septiembre, se espera que la Fed aumente las tasas, siendo la duda si lo hará en 0,5 punto porcentual o en 0,75 puntos.
Aquí, el Banco Central, en su reunión de política monetaria de julio de este año decidió incrementar su tasa de interés de política monetaria en 50 puntos básicos de 7.25 % a 7.75 % anual.
De este modo, la tasa de la facilidad permanente de expansión de liquidez (Repos a 1 día) pasó de 7.75 % a 8.25 % anual y la tasa de depósitos remunerados (Overnight), de 6.75 % a 7.25 % anual.
Justifico esta decisión en una evaluación exhaustiva del comportamiento reciente de la economía mundial y su impacto sobre la inflación, influenciada por los conflictos geopolíticos y el choque de costos global.
En ese orden, la dinámica de los precios continúa afectada por factores externos más persistentes de lo previsto, asociados al incremento extraordinario de los precios del petróleo y de otras materias primas, así como los elevados costos del transporte internacional de contenedores y otras disrupciones en las cadenas de suministros.
En adición, la inflación doméstica ha estado influenciada por los efectos de segunda vuelta de estos componentes externos, en la medida que la demanda agregada se ha recuperado de forma notable con relación a los niveles previos a la pandemia.
En particular, la variación mensual del índice de precios al consumidor (IPC) se situó en 0.64 % durante junio de 2022, mientras que la inflación interanual, es decir en los últimos 12 meses, se ubicó en 9.48 %, moderándose con respecto a su nivel más alto alcanzado en 2022 de 9.64 % en el mes de abril.
De igual forma, la inflación subyacente interanual, que excluye los componentes más volátiles de la canasta, comienza a dar señales de moderación, al pasar de 7.25 % en el mes de mayo a 7.11 % en junio.
El Banco Central inició a finales del año 2021 un proceso de normalización monetaria a través de incrementos en su tasa de política monetaria y de reducción del excedente de liquidez del sistema financiero, con el objetivo de contrarrestar las presiones inflacionarias, evitar riesgos de sobrecalentamiento de la economía, así como un deterioro del diferencial con respecto a las tasas de interés externas.
Luego de estas medidas, se ha registrado un aumento importante en la tasa de interés pasiva, mientras que el incremento en la tasa de interés activa ha sido más gradual, manteniéndose por debajo de los niveles previos a la pandemia.
Asimismo, se ha verificado una moderación significativa en el crecimiento de los agregados monetarios