Este viernes fue publicado el informe de la autopsia de la cantante estadounidense Naomi Judd, encontrada muerta el pasado 30 de abril en su casa, cerca de Nashville (Tennessee). De acuerdo con el documento, obtenido por Fox News Digital, la leyenda de la música country, de 76 años, habría perecido como resultado de una herida de bala autoinfligida en la cabeza.
Sus hijas, Wynonna y Ashley, revelaron al anunciarse su fallecimiento, que habían perdido a su madre por culpa de una «enfermedad mental». Hoy, en un comunicado a la agencia The Associated Press, la familia aseguró que la artista era «perseguida por un enemigo injusto», refiriéndose a su condición psiquiátrica, y detalló que estaba siendo tratada por un trastorno bipolar y de estrés postraumático.
La autopsia reveló la presencia de varios medicamentos para tratar dichas afecciones con las que, según los parientes de la cantante, «millones de estadounidenses pueden identificarse». Asimismo, padecía ansiedad, depresión y había tenido «ideas suicidas previas», con presencia de «factores estresantes recientes» en su vida. «Se encontró un arma y una nota con connotaciones suicidas cerca del difunto», subraya el informe forense.
El suicidio de Judd se produjo un día antes de que, junto a su hija Wynonna, fuera a ser incluida en el Salón de la Fama del Country, y poco después de anunciarse su primera gira en más de 10 años. El dúo, conocido como The Judds, se convirtió en el grupo de madre e hija más famoso de la música campirana, con una exitosa carrera que abarcó casi tres décadas y varios premios Grammy y de la Asociación de Música Country.