El titular del alto foro demandó a la magistrada Mirtala Teresa Portillo, priorizar los procedimientos de la investigación de esa criminal acción conocida como la masacre de El Mozote
Esos hechos ocurrieron entre el 10 y el 13 de diciembre de 1981, cuando cerca de mil habitantes de El Mozote, La Joya, Ranchería, Toriles, Cerro Pando, Jocote Amarillo y otras comunidades del municipio de Meanguera, Morazán, fueron asesinados por miembros del Batallón Atlacatl y de otras unidades de la Fuerza Armada.
El titular del alto foro demandó a la magistrada Mirtala Teresa Portillo, priorizar los procedimientos de la investigación de esa criminal acción conocida como la masacre de El Mozote.
Esos hechos ocurrieron entre el 10 y el 13 de diciembre de 1981, cuando cerca de mil habitantes de El Mozote, La Joya, Ranchería, Toriles, Cerro Pando, Jocote Amarillo y otras comunidades del municipio de Meanguera, Morazán, fueron asesinados por miembros del Batallón Atlacatl y de otras unidades de la Fuerza Armada.
La magistrada Portillo, titular del Juzgado Segundo de Primera Instancia de San Francisco Gotera, recibió instrucciones para llevar adelante el proceso penal con pocos avances en los últimos años.
Según fuentes de la CSJ, López Jerez se reunió en dos ocasiones con la jueza para que exponga las necesidades y lograr celeridad en el trámite.
En la actualidad se desarrollan diligencias en esta etapa procesal para definir si se ordena juicio a los 18 acusados de esa acción criminal ordenada por el régimen de la época contra personas inocentes.
La acción criminal es atribuida al Batallón Atlácatl, uno de los batallones de infantería de reacción inmediata (BIRI) del ejército Salvadoreño, creado en 1980 en la Escuela de las Américas de las fuerzas armadas estadounidenses. Esa unidad élite fue entrenada en Fort Bragg, Carolina del Norte, por las Fuerzas Especiales de Estados Unidos y tenía una estrecha relación con los asesores militares de ese país y unidades norteamericanas que operaban en El Salvador durante la guerra civil de los años 80.
La Comisión de la Verdad para El Salvador (UNTC) concluyó en un informe que esa unidad fue responsable de la masacre de El Mozote, la de El Calabozo, y la ejecución de seis jesuitas y dos empleadas domésticas, entre otros crímenes.