Hace poco menos de dos meses, Manny Machado llegó a 30 años de edad. En medio de la celebración, al ver sus estadísticas y lo que estaba logrando como pelotero de Grandes Ligas, se hizo simple ver el hecho de que su proyección lo tiene en el camino seguro hacia la inmortalidad, si la salud le permite tener una carrera duradera.
Un jugador que todavía es joven, con 1,568 hits, 275 cuadrangulares, un promedio de por vida de .282, así como un OPS de .833 y un OPS+ de 126 en 11 años de carrera, tiene una gran oportunidad de realizar grandes cosas en la segunda parte de su carrera.
Sin embargo, para llegar hasta donde está en estos momentos, Manny Machado ha recorrido un largo proceso. Pasó de ser una promesa del béisbol a establecerse como uno de los mejores campocortos de la MLB, antes de hacer la transición definitiva hacia la tercera base. Fue considerado en un momento como uno de los jugadores “más sucios” de Grandes Ligas, por situaciones “extracurriculares” con Dustin Pedroia (Boston Red Sox) y Jesús Aguilar (Milwaukee Brewers).
Siguió creciendo y se convirtió en uno de los favoritos de un país que vio a sus ancestros nacer (República Dominicana), fue el último out de una Serie Mundial y hoy, en el 2022, es indiscutiblemente, el líder de San Diego Padres.
Su posición como uno de los mejores antesalistas de las Grandes Ligas no puede ser debatida, mientras que también, las ganancias económicas que rodean su figura y todo lo que dice Machado, son parte del día a día noticioso del béisbol profesional.
Todo eso llegó después de la transformación de Machado desde promesa del béisbol al veterano que es hoy. No queda duda alguna de que las luces a través de las cuales era visto por los fanáticos dominicanos se hicieron más brillantes gracias a lo que hizo en 2017 con el equipo de República Dominicana en el Clásico Mundial de Béisbol. El apodo de “Ministro de Defensa” nació en esa ocasión.
Mucha gente fuera de República Dominicana no lo sabe, pero Manny Machado incluso pertenece a Toros del Este en el béisbol invernal de la LIDOM.
Es por todo esto que a poco más de diez años de su debut, cuando Manny Machado le dice a Jeff Passan de ESPN: “¡Es mi mejor momento, bebé!”, todos debemos creerle al hombre que se transformó en uno de los rostros de su generación.
