El presidente de Argentina, Alberto Fernández, aseguró a un medio español que los autores del atentado contra la vicepresidenta del país, Cristina Fernández de Kirchner, planeaban asesinarlo también a él, según se desprendería de la investigación del caso.
"Se conocieron las conversaciones de los inculpados y decían que el próximo soy yo. Tengo que estar atento por si me pasa a mí, pero no puedo separarme de la gente", dijo el mandatario durante una entrevista con Telecinco.
De acuerdo con el mandatario, Fernando Sabag Montiel, el hombre detenido por accionar un arma contra la líder peronista, "no es inimputable, no tiene ninguna alteración en sus facultades mentales y tiene plena comprensión de la criminalidad de su acto".
En ese sentido, consideró: "Algo no estamos haciendo lo suficientemente bien, como para que en la cabeza de una persona penetre una idea tan horrible como la de matar a otra por lo que piensa o por lo que representa. No es un marciano que vino a disparar contra Cristina, no es una persona que está por fuera de nuestra sociedad", estimó el jefe de Estado.
Y recordó que en Argentina, después de la dictadura, no ha habido crímenes de naturaleza política.
Por eso, Fernández considera que la grabación que se difundió del momento del ataque "es muy dura". "Es la imagen de alguien que está gatillando dos veces a 20 centímetros de la cabeza de Cristina. Esa persona sabía que estaba en medio de una multitud que iba a vitorear y a acompañar a Cristina. Y sabía que, cualquiera fuera el resultado, iba a ser apresado por la gente que lo rodeaba. Cuando alguien está dispuesto a eso, a arriesgar su vida y su libertad para lograr su objetivo, es muy difícil predecirlo", analizó al ser consultado por el rol de la custodia.
Por último, el presidente afirmó que las personas que están detrás del atentado no representan a Argentina. "Es una banda de sinvergüenzas que son capaces de hacer semejante atrocidad", dijo, aunque aclaró que Sabag Montiel "no es un loco" y que se ha movido libremente, dirigiendo sus propias acciones. "Puede ser una persona enojada con la democracia, pero no puede reaccionar de ese modo", opinó.
Este lunes, la jueza federal María Eugenia Capuchetti, a cargo de la causa que investiga el atentado, volvió a imponer el secreto de sumario, luego de que se incorporara al expediente y como prueba clave el contenido del teléfono celular de Brenda Uliarte, la novia del agresor Fernando Sabag Montiel, imputada por el mismo hecho.
Según revelaron fuentes de la investigación a la agencia Télam, el material encontrado dentro del aparato móvil confirma su participación en el intento de asesinar a la expresidenta, a la vez que la identifica como participante activa de distintos grupos de 'haters' (odiadores).