La vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, se pronunció públicamente por primera vez desde el intento de asesinato que sufrió hace dos semanas.
Lo hizo en una reunión con varias organizaciones católicas de izquierda: los "curas villeros", "curas en opción por los pobres", y "hermanas, religiosas y laicas".
"Siento que estoy viva por Dios y por la Virgen", les dijo, en una intervención grabada en video y difundida en las redes sociales.
La expresidenta argentina reveló que el papa Francisco la llamó un día después del incidente para decirle que "los actos de odio y de violencia son precedidos por palabras de odio y violencia".
En este sentido, comparó el intento de asesinato que sufrió el 1 de septiembre con el que se produjo contra el presidente Hipólito Yrigoyen en 1929, y que atribuyó a la "actitud intemperante y desorbitada" de la prensa, los partidos y el Senado.
Aseguró que "lo más grave" del incidente de hace dos semanas fue "haber roto un acuerdo social que había desde 1983", la fecha en la que las primeras elecciones presidenciales marcaron el regreso de la democracia al país tras siete años de régimen militar.
También destacó la importancia de que coexistan de forma pacífica diferentes visiones políticas en Argentina, donde, como en otros países, se ha observado una fuerte polarización en los últimos años.
El pasado 1 de septiembre, un hombre, identificado por las autoridades como el ciudadano brasileño Fernando Sabag Montiel, de 35 años, intentó disparar con una pistola a Kirchner frente a su domicilio, pero el arma se encasquilló y no pudo disparó.
Seguidores de la expresidenta que se encontraban en el lugar aprehendieron al sospechoso hasta que llegó la policía a arrestarlo.
"No hicieron justicia por propia mano, ni lo lincharon, ni nada. Hicieron lo que corresponde hacer a ciudadanos democráticos y cristianos: lo entregaron a la policía, a la ley", elogió Kirchner.
Las palabras de la vicepresidenta llegan en paralelo a los últimos avances en el caso.
El presunto autor del ataque fallido y su novia, Brenda Uliarte, de 23 años, fueron procesados este jueves y se les dictó prisión preventiva.
La jueza María Eugenia Capuchetti acusó a Sabag Montiel de "haber intentado dar muerte, de manera premeditada" a la expresidenta, "contando para ello con la planificación y acuerdo previo" de su pareja y una tercera persona, Agustina Mariel Díaz, según indica la resolución.
Díaz, detenida el martes, es con quien Uliarte se comunicó telefónicamente tras el atentado frustrado, informaron a la prensa fuentes judiciales.
La jueza consideró que el delito se ve "agravado por el empleo de armas de fuego, alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas", así como por la tenencia ilegal de un arma y municiones.
El informe expone que Sabag Montiel usó una pistola Bersa calibre 32 con cinco balas en el cargador.
El miércoles se divulgaron mensajes privados entre los cuatro detenidos.
En uno de ellos la pareja del detenido asegura a su amiga (Agustina Mariel Díaz) haber mandado a "un tipo para que la mate a Cristi", en referencia a Kirchner
El mensaje es de la noche del 27 de agosto, cinco días antes del suceso.
En otros mensajes, Uliarte manifiesta su intención de agredir "con antorchas, bombas, fierro (pistola)" a la vicepresidenta y sus seguidores, si bien no deja claro que tuviera un plan específico para hacerlo.
También el miércoles se produjo la cuarta detención del caso: Nicolás Gabriel Carrizo, que se identifica como "líder" de un grupo de vendedores de algodón de azúcar conocido como "los copitos".
.