Se prevé que la ceremonia sea vista por más de la mitad de la población mundial.
Al completarse los 10 días de luto por el fallecimiento de la reina Isabel II del Reino Unido y de 14 Estados de la Mancomunidad de Naciones, centenares de miles de personas se han congregado en Londres para dar su último adiós a la monarca.
La ceremonia de despedida tendrá lugar desde la mañana hasta la tarde de este 19 de septiembre y representa un serio desafío en materia de seguridad, logística y diplomacia, dada la escala del evento, la cantidad de espectadores y la presencia de líderes mundiales, altos representantes internacionales y miembros de otras familias reales.
Para aquellos que no han podido arribar a la capital, enormes pantallas han sido erigidas a lo largo del país para transmitir la ceremonia solemne en vivo. Algunos cines han ofrecido sus pantallas para las transmisiones. Se espera que más de 4.000 millones de personas, o más de la mitad de la población mundial, vean el evento por televisión, según expertos citados por The Daily Express.
Más de un centenar de vuelos hacia y desde el aeropuerto londinense de Heathrow se cancelarán para que el ruido de los aviones no interfiera con la procesión. Se trata del 15 % del tráfico de este aeropuerto, informa Sky News.
A las 10:44 (hora local), el féretro de su majestad partirá desde el Palacio de Westminster, donde el cuerpo Isabel II fue expuesta al público, encabezada por regimientos escoceses e irlandeses, la Brigada de Gurkhas y la Real Fuerza Aérea, que cuenta con 200 músicos.
La procesión llegará a la Abadía de Westminster para el servicio del funeral de Estado, que comenzará a las 11:00.
Al final del servicio se guardarán dos minutos de silencio, después de lo cual el ataúd de la monarca se desplazará en procesión por Londres, recorriendo Broad Sanctuary, Parliament Square, Whitehall, Horse Guards Parade, Horse Guards Road, The Mall y Constitution Hill.
La procesión se acompañará con cañonazos y campanadas del Big Ben.
En Wellington Arch, el féretro será trasladado al coche fúnebre que lo llevará a Windsor, sede de la principal residencia de la monarquía. Al momento de partida se dará un saludo real y se tocará el himno nacional.
El coche fúnebre llegará a la Capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor, donde arrancará a las 16:00 el servicio de entierro de su majestad. La reina reposará junto a su cónyuge, el príncipe consorte Felipe.
Se prevé que unos 500 dignatarios y jefes de Estado de diversos rincones del mundo asistan al funeral de Estado en la Abadía de Westminster, donde se reunirán a los miembros de la familia real, la actual y anteriores primeros ministros del Reino Unido, además de otras personalidades públicas del país.
Entre la familia real estarán presentes los cuatros hijos de la difunta —el rey Carlos III, la princesa Ana, el príncipe Andrés y el príncipe Eduardo— con sus respectivos cónyuges. Los nietos de la reina también asistirán al servicio: el Príncipe Guillermo, el Príncipe Enrique (junto con sus respectivas esposas; la princesa Catalina y la duquesa Meghan), Peter Phillips, Zara Tindall, la Princesa Beatriz, la Princesa Eugenia, Lady Louise Windsor y Jacobo, vizconde Severn.
Entre los monarcas de otros países se encontrará el rey de España, Felipe VI y la reina Letizia. Mientras, los reyes eméritos Juan Carlos y doña Sofía también están entre los invitados, igual que los miembros de las familias reales de los Países Bajos, Mónaco, Suecia, Dinamarca, Bélgica, Luxemburgo, Liechtenstein, Noruega, Bahréin, Bután, Brunéi, Japón, Jordania, Kuwait, Lesoto, Malasia, Marruecos, Omán, Catar, Arabia Saudita, Tonga y los Emiratos Árabes Unidos.
Han confirmado su presencia los presidentes de Estados Unidos, Francia, Alemania, Finlandia, Italia, Corea del Sur, Israel; los primeros ministros de Irlanda, Nueva Zelanda, Canadá, Australia, así como la presidenta de la Comisión Europea.
Las invitaciones al funeral de Isabel II no han sido enviados a Rusia, Bielorrusia, Myanmar, Venezuela, Siria y Afganistán, según informa The Daily Telegraph.
Varios supermercados como Tesco, Sainsbury’s, Morrisons, Lidl y Aldi, así como las tiendas de moda Marks & Spencer y Primark, han anunciado que el lunes será un día de descanso para darles a sus empleados la posibilidad de despedirse de la monarca, aunque algunos reabrirán sus puertas a las 17:00.
Igualmente, las cadenas de cine Odeon y Cineworld revelaron que planean cerrar por ese día, recoge Bloomberg.
El portavoz de la primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, dijo que el lunes es un día de descanso, pero los negocios tienen libertad de escoger si van a operar o no.
Una cantidad de bares han comunicado que van a permanecer abiertos todo el día, algunos incluso desde las 8:00 de la mañana.