Se cumplieron 45 años que aviones de guerra cubanos realizaron vuelos rasantes sobre Puerto Plata, Dicho acontecimiento que fue uno de los conflictos más tensos que se registraron en el Caribe durante la llamada “Guerra Fría” ocurrió el 10 de septiembre de 1977.
Puerto Plata RD.- El pasado sábado 10 de septiembre se cumplieron 45 años de que una escuadrilla de 12 aviones militares cubanos sobrevoló peligrosamente esta ciudad San Felipe de Puerto Plata en la denominada “Operación Pico”, y aunque estamos a finales del noveno mes por la importancia histórica de este hecho lo traemos a colación.
Dicho acontecimiento que fue uno de los conflictos más tensos que se registraron en el Caribe durante la llamada “Guerra Fría” ocurrió el 10 de septiembre de 1977 cuando las aeronaves cubanas surcaron de forma rasante el cielo de Puerto Plata.
Esta acción que pudo haber desencadenado una catástrofe de impredecibles consecuencias, fue una especie de advertencia y muestra de poderío militar del entonces presidente de Cuba, Fidel Castro a su homólogo dominicano Joaquín Balaguer.
La génesis de la “Operación Pico” tuvo su punto de partida en los primeros días de septiembre del 1977 cuando el barco mercante “Capitán Leo” capitaneada por Julio Negrín Becerra, regresaba a Cuba desde Angola y supuestamente incursionó en aguas territoriales dominicanas.
La embarcación con sus 26 tripulantes fue interceptada frente a Villa Isabela por un guardacostas de la Marina de Guerra y dos aviones Mustang P-51 de la Fuerza Aérea Dominicana, que hostigaron y escoltaron el barco detenido hasta el muelle de Puerto Plata.
Ante esa medida de las autoridades dominicanas, el comandante Fidel Castro decide no quedarse de brazos cruzados ante los que califico de “una afrenta” y de inmediato el 8 de septiembre de 1977 realiza una reunión secreta en el Ministerio de las Fuerzas Armadas (MINFAR).
En esa reunión, Castro convocó al jefe de la Defensa Antiaérea de las Fuerzas Armadas (DAAFAR), general Francisco Cabrera, al Jefe de la Brigada de Cazas de San Antonio, teniente coronel Rubén Martínez Puente y al sustituto del Jefe de la DAAFAR, coronel Rafael del Pino.
Fidel explicó a sus subordinados que el apresamiento de un barco cubano por el gobierno dominicano no se quedaría así y sin renunciar a los asuntos diplomáticos, decidió a demostrar su potencia militar para presionar la liberación del buque preso en Puerto Plata.
En ese entonces el gobierno de Balaguer sospechaba que el buque cubano estaba en misión de espionaje, mientras que, por el lado cubano, Fidel se tomó el asunto como una ofensa personal y una provocación que no estaba dispuesto a aceptar.
El presidente cubano en tono enérgico ordenó que un escuadrón compuesto por 12 aviones cazas soviéticos MiG-21bis, efectuaran un vuelo rasante sobre Puerto Plata en la costa norte de República Dominicana y simularan un ataque sobre esta ciudad.
Dando un ultimátum de que atacarían objetivos si el barco cubano no era liberado en 24 horas, dispuso que, en la mañana del 9 de septiembre de 1977, las aeronaves despegaron de la base de San Antonio de Los Baños hasta Guantánamo, donde fueron equipadas con un tanque adicional de combustible de 800 litros, cuatro misiles térmicos K-13 y bombas FAB-500 de fabricación soviética.
El vuelo de 580 kilómetros se desarrolló con normalidad el 10 de septiembre del 1977 y a 20 kilómetros de las costas puertoplateñas los aviones se separaron en parejas para “atacar” objetivos haciendo varios pases de vuelos rasantes y conectaron la postcombustión para romper la barrera del sonido creando un estruendo mayúsculo sobre Puerto Plata.
Todo salió como lo planearon, volaron los aviones supersónicos sobre esta ciudad San Felipe de Puerto Plata y al quebrar la barrera del sonido, rompieron los cristales de muchos edificios, causando que el pánico en la población fuera terrible, hasta el punto de que Del Pino realizó un vuelo tan bajo, que su líder Henry Pérez pensó que se tragaría todas las antenas de la ciudad.
Aunque la operación apenas duró unos minutos, el pueblo entero se da cuenta de fuerte estruendo de las aeronaves que al romper la barrera del sonido varias veces despegaron causaron un “boom supersónico” explotando ventanas, derribando antenas de televisión y despegando techos de residencias y edificaciones locales.
El vuelo rasante de las tres escuadrillas de 4 aviones cada una, fue realizado por los mejores pilotos militares cubanos de ese momento, encabezados por el coronel Rafael Del Pino y el teniente coronel Jorge Villardel.
Asimismo, por los mayores Benigno González Cortés, Henry Martinez y Pedro Pérez, los capitanes Raúl Hernández Vidal, Arnaldo Torres Biard, Manuel Rojas García, Armando Castellanos, Rigoberto Morales y Evelio Bravo.
La superioridad del poderío militar de Fidel Castro obligó que el presidente dominicano Joaquín Balaguer tirara la toalla y ordenó liberar el barco preso en Puerto Plata, por lo cual el jefe de Estado Mayor General de la Fuerzas Armadas Cubanas, general Senén Casas Regueiros, en un escueto mensaje informó a los pilotos: “Barco devuelto. Regresen a casa”.