“La pantalla plegable ya fue. La que va es la que se estira”. La frase, entusiasta, no la dijo cualquiera: la pronunció, en forma un poco atolondrada, JS Choi, el CEO de Samsung Display, la subsidiaria del gigante coreano que es uno de los mayores fabricantes de pantallas del mundo. La frase la dijo durante el Intel Innovation Day, ayer, acompañado por Pat Gelsinger, el CEO del fabricante de microchips Intel.
Choi tenía un prototipo en el escenario, y mostró cómo esa pantalla pasaba de tener 13 a 17 pulgadas como si se estirara. Aquí el “como si” es el dato clave: aunque parece que se estira, en rigor la pantalla siempre fue de 17 pulgadas; solo que hay una parte que queda oculta dentro de la carcasa del dispositivo, y un motor mueve la carcasa para lograr que se desenrolle.
Esto, por supuesto, no es para quitarle mérito: es un logro enorme fabricar un panel de ese tamaño, con una tecnología que le permita la pantalla ser lo suficientemente flexible como para ir doblándose como una U y dejar una parte oculta (no se hace un rollito; se esconde en la parte trasera del dispositivo. ¿Para qué? Para ofrecer un dispositivo compacto que, cuando el usuario lo requiere, se pueda hacer más grande: que sea un formato flexible.
Samsung no es la primera en mostrar algo así, aunque hasta ahora la pantalla enrollable había aparecido en smartphones: LG estuvo a punto de poner en venta un smartphone con este diseño, el LG Rollable; lo mismo hizo Oppo (uno de los cinco mayores fabricantes de celulares del mundo) con el Oppo X 2021. El de Oppo era un prototipo, con una pantalla de 7,6 pulgadas, que podía esconder una parte para verse de solo 6,7 pulgadas; el de LG fue víctima de la decisión de la compañía de abandonar, en 2021, el mercado de dispositivos móviles. A propósito, un youtuber surcoreano tuvo acceso a una unidad de LG; acá la pueden ver en acción:
Ricardo Sametbandmié, 28 de septiembre de 2022, 2:51 p. m.En este artículo:
“La pantalla plegable ya fue. La que va es la que se estira”. La frase, entusiasta, no la dijo cualquiera: la pronunció, en forma un poco atolondrada, JS Choi, el CEO de Samsung Display, la subsidiaria del gigante coreano que es uno de los mayores fabricantes de pantallas del mundo. La frase la dijo durante el Intel Innovation Day, ayer, acompañado por Pat Gelsinger, el CEO del fabricante de microchips Intel.
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Choi tenía un prototipo en el escenario, y mostró cómo esa pantalla pasaba de tener 13 a 17 pulgadas como si se estirara. Aquí el “como si” es el dato clave: aunque parece que se estira, en rigor la pantalla siempre fue de 17 pulgadas; solo que hay una parte que queda oculta dentro de la carcasa del dispositivo, y un motor mueve la carcasa para lograr que se desenrolle.
Esto, por supuesto, no es para quitarle mérito: es un logro enorme fabricar un panel de ese tamaño, con una tecnología que le permita la pantalla ser lo suficientemente flexible como para ir doblándose como una U y dejar una parte oculta (no se hace un rollito; se esconde en la parte trasera del dispositivo. ¿Para qué? Para ofrecer un dispositivo compacto que, cuando el usuario lo requiere, se pueda hacer más grande: que sea un formato flexible.
Samsung no es la primera en mostrar algo así, aunque hasta ahora la pantalla enrollable había aparecido en smartphones: LG estuvo a punto de poner en venta un smartphone con este diseño, el LG Rollable; lo mismo hizo Oppo (uno de los cinco mayores fabricantes de celulares del mundo) con el Oppo X 2021. El de Oppo era un prototipo, con una pantalla de 7,6 pulgadas, que podía esconder una parte para verse de solo 6,7 pulgadas; el de LG fue víctima de la decisión de la compañía de abandonar, en 2021, el mercado de dispositivos móviles. A propósito, un youtuber surcoreano tuvo acceso a una unidad de LG; acá la pueden ver en acción:https://www.youtube.com/embed/UOLgPM6BQn8?feature=oembed
Ir más allá del plegable
LG viene fabricando pantallas enrollables desde 2014, e incluso presentó un televisor con esta funcionalidad en 2019. Otros fabricantes están también en el mismo camino, y lo ven como una alternativa a la pantalla plegable, hoy presente en algunos smartphones, como los Samsung Galaxy Z Flip4 y Fold4, o los Motorola Raz; Vivo actualizó su modelo esta semana, Xiaomi lo hizo en agosto y Huawei en mayo de este año, entre otros; todos tienen dispositivos similares: pantallas que se doblan en un punto y se cierran como un libro.
Esta misma idea es la que implementaron tanto Lenovo como Asus con sus tabletas (o notebooks, según se las mire) con pantalla plegable, la Lenovo Thinkpad X1 Fold (que ya va por su segunda versión) o la Asus Zenbook 17 Fold: dispositivos del tamaño de una laptop, que se pueden abrir para mostrar una pantalla de 16 o 17 pulgadas que se puede usar como monitor con un teclado desmontable, o como notebook poniendo ese teclado en la mitad de la pantalla.
Este diseño, no obstante, tiene una limitación: cuando el dispositivo está “cerrado” la pantalla está plegada por completo y no se puede usar. Se cierra como un libro. En algunos smartphones esto se soluciona con una segunda pantalla frontal, en una de las tapas del “libro” (como usa el Galaxy Z Fold de Samsung).
El diseño que presentó ahora Samsung (y que, por lo visto, podría ser replicado por LG y otros fabricantes, como TCL, que viene jugando con estos conceptos hace años), en cambio, permite usar la pantalla en forma permanente. Es decir, en vez de tener un libro que hay que abrir para usar, permite tener una tableta con un uso convencional (es decir, con la pantalla siempre visible, y activa) cuya superficie se puede ampliar a voluntad tocando un botón para activar un motor que la desenrolle, cuidando que lo haga con la celeridad adecuada.
El desafío, claro, está en la durabilidad: cuánto sufrirá esa pantalla cada vez que se abre y se cierra; cómo evitará que el polvo y la grasa que se adhiera a la parte que se esconde de la pantalla no ingrese al interior del equipo, donde podría rayar la pantalla; cómo evitará que la parte que se oculta se degrade más (o menos) que la que siempre está visible. Tanto LG como Samsung desarrollaron vidrios que protegen la pantalla plegable y son suficientemente flexibles. Y en cualquier caso, el que mostraron ayer es un prototipo, pero es una gran noticia: podría ser el eslabón que faltaba entre los smartphones plegables y las notebooks con pantalla flexible, para ofrecer una tableta estirable. Sólo hay que tener un poco de paciencia: sería raro que veamos esta tecnología en una tableta antes de 2023.